Aroldis Chapman podría jugar el Clásico Mundial con EEUU
El lanzador zurdo Aroldis Chapman podría jugar el próximo Clásico Mundial de Béisbol a celebrarse en la primavera del 2023 en representación del equipo de EEUU, en caso de que fracase el proyecto de un equipo Cuba independiente que impulsa la Asociación de Peloteros Cubanos Profesionales (ACPBP).
De acuerdo con las declaraciones del actual cerrador de los Yankees de Nueva York a ESPN, le gustaría volver a jugar el máximo evento de las bolas y los strikes a nivel de selecciones nacionales antes de que finalice su carrera deportiva.
El también apodado como “Misil cubano”, por la velocidad superior a las 100 mph que alcanzan sus envíos, llegó a EEUU hace más de 12 años, por lo cual ya tiene todos sus papeles migratorios en regla y podrían representar a la escuadra de las barras y las estrellas.
Si finalmente ocurre la participación de Chapman con el conjunto estadounidense, ayudaría a completar un bullpen fantástico. Los lanzadores relevistas que presentaría EEUU en el Clásico Mundial incluirían a Josh Hader, Mark Melancon, Will Smith, Devin Williams, Craig Kimbrel, Ryan Pressly y Tyler Rogers.
En uno de sus últimos eventos internacionales con el equipo Cuba, Chapman asistió al Clásico del 2009 junto a otras estrellas del béisbol cubano como Yoenis Céspedes, Leslie Anderson, Yuliesky Gurriel y Yunesky Maya. Todos ellos abandonaron en su momento la Federación de Béisbol de Cuba para jugar en el mundo profesional, alcanzando el máximo nivel: las Grandes Ligas (MLB).
Hace 12 años atrás, Chapman aceptó un contrato con los Cincinnati Reds por seis años y 25.25 millones de dólares. El pelotero comenzó la temporada con los Louisville Bats y debutó el 11 de abril contra los Mud Hens.
El 28 de diciembre de 2015, el cubano fue cambiado a los Yankees y un año más tarde, pasó a formar parte de los Cachorros de Chicago —equipo con el cual ganó la Serie Mundial de 2016— antes de regresar a jugar en Nueva York.
En 2017, el lanzador que logró alcanzar el récord de lanzamiento más rápido registrado en Grandes Ligas, firmó cinco temporadas con los Yankees por $86 millones de dólares.