Camila Cabello es una de las artistas latinas más imponentes y famosas gracias a su prodigiosa voz y talento. Eso la ha hecho escalar rápidamente, pero también estar en el ojo del huracán. Cansada de las críticas por cómo luce, la cubana estalló en sus redes sociales.
Aunque la intérprete de ‘Havana’ no ha necesitado de tener una figura perfecta, sí ha confesado el daño que ha sentido por los enjuiciamientos sobre su aspecto físico.
Si algo ha hecho Cabello es que ha tratado de imponer su naturalidad y autenticidad por encima de los estereotipos, pero aun así se ha sentido muy mal, tanto que subió un extenso mensaje a sus redes sociales para generar una polémica sobre esto que sufren los artistas.
La ex de Shawn Mendes narra cómo ha pasado de ser una persona que iba a la playa con su minibikini sin importar el qué dirán ni los matices de su cuerpo, hasta tener que mostrar una mujer que no es ella, para complacer a los demás.
“Cada vez que he ido a este club de playa en Miami tengo paparazzi detrás”, comienza su escrito. “Yo siempre he llevado bikinis pequeños sin prestar demasiada atención a cómo me veía hasta que de repente vi unas fotos mías y unos comentarios que me hicieron daño”, inicia el extenso texto que compartió.
Camila reconoce que las mujeres se muestran casi perfectas en sus plataformas y hasta abusan del photoshop, o tienen una dieta muy restrictiva, para que se vea ni la más mínima imperfección de su cuerpo, asunto con el que ella no está de acuerdo.
“Soy una mujer soltera en mis veinte en medio de un montón de promoción que quiero sentirme que me veo bien. Hoy compré un bikini nuevo, el conjunto completo, me puse brillo en los labios y no comí nada pesado para ir al mar porque sabía que los paparazzi me iban a perseguir”, narró la intérprete de ‘My oh my’.
Así, para complacer a los paparazzis de que la dejaran en paz, la cubana tuvo que fingir una pose. “Así que apreté tanto mi abdomen que hasta me dolieron las abdominales y no respiré, apenas sonreí”, cuenta sobre su estresante vivencia.
Tenía tanta preocupación porque las fotos que le tomaran salieran perfectas que se olvidó de esa niña de siempre que iba a la playa y se olvidaba de todo para disfrutar del momento y la naturaleza.
“Sabía que me iba a ver bien y que habría cumplido mi tarea, en cambio, nunca me he sentido tan mal en la playa. Sentí el vacío y la tristeza de los pensamientos de esta cultura actual que hice míos”, continúa en su reflexivo mensaje.
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