Cubano que llegó a Florida sobre una tabla de windsurf habla sobre su difícil viaje
Elián López Cabrera, el buzo cubano que logró viajar desde la Isla hasta EEUU a bordo de una tabla de windsurf a finales de marzo, habló sobre lo difícil que fue su odisea, así como de las carencias en Cuba que lo obligaron a escapar de una manera tan extrema.
Durante una entrevista con BBC, el cubano indicó que el principal motivo por el cual hizo el duro viaje fue lo difícil que era llevar una vida con una colostomía, pues desde el 2009 debía de buscar la manera de poder atenderse pese a la escasez de medicamentos que reina en el país.
El buzo explicó que para tener una buena calidad de vida debía de realizarse una irrigación, es decir, colocar parches pequeños y cómodos en lugar de una bolsa grande en el abdomen, lo cual proporciona una mayor libertad.
El problema con ello, es que los insumos necesarios no se pueden encontrar en Cuba, donde era imposible encontrar incluso las bolsas de mayor tamaño.
“Además de las carencias materiales del tema de la colostomía, lo hice por el futuro y el desarrollo profesional e intelectual de mi hija”, recalcó al citado medio, añadiendo que su principal objetivo desde que arribó a EEUU es que su esposa y su hija puedan salir de la Isla y viajar a su lado.
En cuanto al inverosímil viaje que realizó, López Cabrera indicó que tardó unos dos meses en planearlo todo y armarse de valor para usar su tabla de windsurf para atravesar esa gran distancia.
El cubano, que laboraba como instructor de buceo en la Isla, dijo que la tabla le permitía tomar breves descansos durante su viaje, y que en la misma cargó materiales de repuesto en caso de necesitarlos.
“La primera etapa era salir de las aguas territoriales de Cuba sin que me persiguieran los guardafronteras. Esa fase fue bastante estresante, ya que por la escasa fuerza del viento se demoró bastante. Además, me topé con un par de barcos grandes y tienes que esconderte, no vas a la velocidad que tú desearías”, dijo.
López indicó que durante la noche, una fuerte ola lo tiró de la tabla, provocando que perdiera sus anteojos, algo que dificultó que leyera el GPS con el salió de la Isla.
“Muchas pequeñas cosas que fueron sucediendo me fueron llevando a un estado complicado, a algo serio que casi termina mal. Hubo momentos en los que creía que iba a morir, porque miraba a mi alrededor y no había nada”, relató.
El cubano dijo que fue gracias a una tarjeta sim de una compañía de telefonía estadounidense que pudo ponerse en contacto con unos amigos, los cuales notificaron a la Guardia Costera para que esta comenzara a buscarlo en el mar.
Tras ser encontrado, las autoridades trasladaron a López a un hospital cercano, donde permaneció hasta recibir la alta médica y fue llevado a un centro de detención de la patrulla fronteriza.
El buzo dijo que lo primero que hay que hacer es resolver su estado migratorio, para después comenzar con los trámites para poder conseguir un trabajo y ahorrar el dinero suficiente para sacar a su familia de Cuba.
