Una mujer estadounidense, identificada como Tina Hines, afirma que luego de haber sufrido un ataque al corazón y morir, pudo regresar a la vida unos 27 minutos más tarde.
Según lo narrado por Hines, esta sufrió un ataque cardíaco que la desplomó durante una salida que realizó en compañía de su esposo Brian, quien al ver lo que ocurría decidió llamar a emergencias inmediatamente.
Tan pronto como fue posible, los paramédicos se hicieron presentes en el sitio y la trasladaron a un centro hospitalario donde percataron que esta se hallaba sin signos vitales, procediendo a realizarle reanimación durante 27 minutos e intentando resucitarla en 6 ocasiones continuas, logrando regresarla en la sexta y última oportunidad.
En medio de aquel panorama, cuando Tina abrió los ojos y retornó a la vida, no podía hablar; sin embargo, hizo gestos para pedir que le acercasen una pluma y un papel, hecho que causo gran extrañez entre los presentes, y al tomarlos escribió las palabras “Es real”.
Inquietados por lo que parecía una tontería, los familiares decidieron preguntarle a Tina qué quiso decir con aquella frase que escribió y contestó haciendo un gesto con la cabeza hacia arriba, refiriéndose al cielo.
Tras su milagrosa recuperación, Tina pudo expresar de forma oral lo que quiso decir entonces, indicando que durante esos 27 minutos muerta pudo ver el cielo y dijo: “Fue tan real, los colores eran tan vibrantes”.
La historia de Tina se popularizó a través de las redes, luego de que su sobrina Madie Johnson decidiera compartir en Instagram una foto del tatuaje que se hizo en su brazo con la imagen del garabato que en aquel momento su tía escribió, y compartió la asombrosa experiencia.
“Su historia es demasiado real como para no compartirla y me ha dado una confianza más firme en una fe que a menudo no se ve. Me ha dado una tangibilidad a una esperanza eterna que no está muy lejos”, escribió Johnson.
De acuerdo a una investigación realizada por la Universidad de Michigan en 2013, alrededor de uno de cada cinco personas que sufren de un paro cardíaco han experimentado los conocidos “episodios cercanos a la muerte”, señalando que con frecuencia na ráfaga de actividad cerebral ocurre tras el repentino ataque.
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