El dengue continúa azotando Cuba, pues se han registrado números que superan los vistos en los últimos 15 años. Esto es especialmente preocupante en la provincia de Guantánamo, donde el Gobierno ha reconocido que el 60% de los casos que registran son en niños.
De acuerdo con la Televisión Cubana, algunos de estos pacientes pediátricos se encuentran en terapia intensiva debido a la enfermedad.
“Más del 60% de los ingresos que se están registrando corresponden a la edad pediátrica. Nosotros de cinco casos en la provincia, podemos decir que cuatro corresponden a la edad pediátrica y uno a la edad adulta”, declaró el subdirector de Higiene y Epidemiología en Guantánamo, Leonel Heredia Carpintrú.
De igual manera, el jefe de sala de casos febriles del Hospital Agostinho Neto, el doctor Tomás Díaz Reyes, advirtió que es imperativo que la enfermedad no cobre fuerza, pues podría terminar en complicaciones de salud para los menores.
“Hay pacientes en terapia intensiva, pacientes en terapia intermedia y pacientes en salas de vigilancia, lo cual denota que han estado llegando al hospital muchos casos, con muchos días de evolución en casa, con elementos de complicación de la enfermedad”, añadió.
Los expertos señalaron que además de la cabecera provincial, los municipios de Caimanera y Manuel Tames han experimentado un índice de contagio muy por encima de la norma.
“La provincia tiene valores de infección fuera de los permisibles. Exhibe un índice de 0.75, motivo por el cual se están llevando a cabo acciones reforzadas en las manzanas de mayor infección y en las manzanas donde aparezcan casos febriles y casos reaccionantes”, indicó por su parte la Subdirectora de Vigilancia y Lucha Antivectorial en Guantánamo, Florinda West Domínguez.
Esta situación se da a conocer luego de que las autoridades castristas indicaran la semana pasada que la escasez de combustible afectaría negativamente la campaña de fumigación para combatir al mosquito Aedes aegypti.
Funcionarios del Ministerio de Salud Pública (Minsap) indicaron que la campaña se tendría que suspender, pues los vehículos utilizados para fumigar no contaban con el combustible para hacer su trabajo en los municipios más afectados.
Al respecto, pidieron a los ciudadanos de la Isla hacer su parte realizando acciones que dificulten la proliferación del mosquito, como el verificar que no haya contenedores de agua destapados en las viviendas.
