Dos mujeres cubanas fueron arrestadas por la policía de Rusia y ahora enfrentan cargos por presunto tráfico de drogas.
Los hechos fueron confirmados este jueves por la agencia rusa de noticias Sputnik, la cual indicó que las autoridades de Moscú descubrieron a las mujeres, de 20 y 24 años, con más de 20 bolsitas que contenían mefedrona.
Ahora, las cubanas serán sometidas al sistema judicial ruso, enfrentando cargos por intento de tráfico de drogas.
Según el citado medio, el pasado 20 de octubre otros dos ciudadanos originarios de la Isla fueron detenidos con más de 40 bolsas de estupefacientes.
La droga en posesión de las cubanas, también conocida como “Comida para Cáctus”, es un estimulante similar a la anfetamina y es ilegal en la mayoría de los países de la Unión Europea y Rusia.
Casos similares
En los últimos años, se han registrado casos similares de ciudadanos cubanos arrestados en diversos países de Europa por dedicarse a la venta de sustancias ilícitas, como fue el caso de un hombre de 51 años de edad que fue detenido en Nápoles, Italia, en julio de 2021, luego de ser descubierto en medio de una transacción.
Las autoridades descubrieron que el hombre residía de manera ilegal en el país, y que llevaba evadiendo una orden de expulsión desde el 2014.
En ese mismo país, pero un año antes, un joven cubano de 19 años de edad fue arrestado en la ciudad de La Spezia, luego de que un operativo de las autoridades lo vinculara con la venta de drogas.
De acuerdo con la policía, el joven utilizaba la red social de Instagram para ponerse en contacto con menores de edad y ofrecerles sustancias ilegales.
Oficiales revisaron la vivienda del detenido, encontrando una balanza de precisión y un teléfono celular que utilizaba para sus ventas, así como unos gramos de marihuana y 225 euros en efectivos.
Otro caso similar fue el de una cubana residente en Puertollano, España, quien fue arrestada durante un operativo a mediados de 2021.
Según la prensa local, la mujer fue detenida junto a su pareja, un español con el que se dedicó a elaborar distintas sustancias desde 2018.
La pareja también rentaba su vivienda para que sus clientes pudieran consumir las drogas que producían.
