Edson Arantes do Nascimento, mejor conocido como ‘Pelé’, falleció de cáncer de colon este jueves 29 de diciembre, partiendo a los 82 años y como una leyenda a nivel mundial.
Aunque muchos desconocían su nombre antes de este jueves, todos conocen su apodo, como un ícono del futbol, símbolo de talento y magia en la cancha.
Si bien es cierto que el astro del futbol limitó en cierta medida sus logros al negarse siempre a jugar en Europa, esta fue una de las razones por las que es recordado con inmenso cariño, no solo en su natal Brasil, sino en Latinoamérica, como el mayor representante de este deporte en el continente.
Un visionario del futbol
La mayor característica de Pelé fue su manera particular de jugar con el balón. Más allá de buscar la portería y tratar de anotar, ‘El Rey’ dominaba la pelota como una extensión más de su propio cuerpo.
Trucos, jugadas, “fintas”, un estilo inigualable que lo convirtió pronto en un espectáculo y que incluso contribuyó a la popularización del deporte en su país.
Todo comenzó el 23 de octubre de 1940 en Tres Corazones, en Minas Gerais, Brasil, con el nacimiento del astro, que llevó una infancia colorida, marcada por las carencias, pero también por las ilusiones: Edson quería dedicarse al fútbol, como su padre, y quería también que su país ganara una Copa del Mundo.
Su sueño comenzó a construirse a muy temprana edad, con solo 15 años fundó su propio equipo de futbol con sus amigos del barrio, y ahí fue descubierto por Waldemar do Brito, exfutbolista que jugó en el Mundial de Italia 1934, y que sería pilar de su entrenamiento.
Do Brito convenció a Pelé y a su madre de dejarlo jugar profesionalmente, con lo que dejó su trabajo en una fábrica de zapatos y se lanzó a jugar al Santos FC.
Ahí destacó por todos los trucos que realizó, pero irónicamente, este característico estilo de juego fue su primer obstáculo, pues los directivos del equipo no querían dejarlo jugar debido a los bailes y jugadas sin precedentes que le vieron.
Contrario a los directivos, el público amó este estilo de juego, trataban de imitarlo, y el nombre de Pelé pronto se empezó a hacer conocido.
Sobre el origen de su legendario sobrenombre “Pelé”, hay dos versiones: que su madre estaba harta de su obsesión por el fútbol y le dijo “si sólo te dedicas a jugar al futbol, vas a ser un pelé (un don nadie, un pelele) toda la vida”; la segunda versión dice que el apodo venía de las “peladas”, los descampados en los que jugaba futbol con sus amigos en Baurú.
Pero el talento único y los resultados que dio hicieron que al final se le permitiera jugar, cambiando para siempre el deporte del balompié, y forjando el inicio de su leyenda.
Soy el primero que peca de no haber visto a Pelé jugar “en directo” por ser de otra generación pero es que ves esto y los estereotipos del “fútbol de antes” se te quitan de un plumazo.
Cualquier jugada “clásica” es posible que la hubiera hecho él antes.pic.twitter.com/plBvGC0dKF
— Andrés Weiss (@andresweiss_) December 29, 2022
Los logros del Rey Pelé
Tras su debut con solo 15 años, y varios goles anotados desde su primer juego como profesional, Pelé llamó de inmediato la atención del entonces director técnico de Brasil, Vicente Feola, quien lo convocó cuando no llevaba ni un año como profesional.
El 7 de julio de 1957, a los 16 años, debutó con la selección brasileña en un juego contra Argentina por la Copa Roca en el Maracaná, donde entró hasta el segundo tiempo, marcando el único gol de Brasil en el partido, que perdieron 2-1. Tres días después se desquitaría con uno de los dos goles del 2-0 nuevamente contra Argentina, en el Pacaembú.
Con este talento innato Pelé fue convocado al Mundial de Suecia 1958, donde Brasil jugó recién en el tercer partido de grupos ante la URSS, de Lev Yashin. El goleador llegó lesionado, pero aun así anotó un tanto de los 2-0 con los que vencieron a los soviéticos.
El equipo avanzó hasta semifinales, donde se llevó a cabo otro encuentro cardíaco contra Francia, a la que derrotaron con un impecable 5-2. El nombre del joven brasileño empezaba ahora a resonar a nivel internacional.
En la final contra el país anfitrión, Pelé anotó el primer gol de su equipo y también el último, con una maniobra de cabeza que le dio un giro engañoso al balón y lo llevó hasta el fondo de la red.
Con 17 años, un marcador de 5-2, y el mundo azorado por su forma de jugar, Pelé se convirtió en campeón del mundo, y en una leyenda del futbol, llevando a la primera y única selección latinoamericana que ha ganado una Copa Mundial en Europa.
La revista francesa L’Equipe le otorgó el título de “Rey del Fútbol” y fue conocido desde entonces como “O Rei”, un título que preservó con su trayectoria y que se le quedará para siempre.
Pelé terminó convirtiéndose en el único futbolista de la historia en levantar tres Copas del Mundo -le siguieron Chile 1962 y México 1970- siendo protagonista innegable de todas ellas, con jugadas impactantes y goles certeros.
La figura de Pelé se mantiene como la más grande de la historia del futbol, con el mayor número de participaciones en Copas del Mundo (5), y el mayor número de Mundiales ganados como individuo (3).
Pelé nunca jugó en un equipo europeo, ofertas tuvo muchas, siempre respondió que el jugaba en el mejor equipo del mundo, Santos, el Santos de Pelé, tenía toda la razón. Aquí la final de la Copa Intecontinental frente a Milan 1963. pic.twitter.com/oo5MSGfeIO
— Félix de Bedout (@fdbedout) December 29, 2022
El brasileño es el quinto máximo goleador de la historia del fútbol según la FIFA, por detrás de Romario (772), Lionel Messi (788), Josef Bican (805) y Cristiano Ronaldo (821).
No obstante, en el Libro de los Récords Guinness aparece con 1.279 tantos y él mismo afirmaba haber marcado 1.283 goles en toda su carrera (ninguno de ellos con la mano), contando su etapa de formación y encuentros no oficiales.
Su buen nombre, sinónimo del futbol, nunca fue opacado por adicciones ni escándalos de ningún tipo, y sirve solo como buen ejemplo e inspiración para cualquiera que, con pasión, disciplina y talento, sueñe con llevar a su país a la cima del mundo.