Régimen aplicará una nueva dosis de refuerzo contra el COVID-19 en Cuba
Luego de reconocer un incremento en el número de contagios de COVID-19 que se han detectado en las últimas semanas en Cuba, las autoridades de la Isla informaron que llevarían a cabo una campaña de vacunación en la que darían una dosis de refuerzo a la población de riesgo.
La vacuna contra el coronavirus será aplicada a las personas mayores de 70 años, uno de los grupos más vulnerables ante la enfermedad respiratoria.
De acuerdo con un comunicado del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba (CIGB), la vacuna será administrada solo si ya han transcurrido al menos seis meses desde la última dosis recibida.
Una nueva dosis de #refuerzo de nuestras #VacunasCubanas se aplicará en #Cuba a la población de riesgo y a las personas mayores de 70 años, si han transcurrido 6 meses de la última aplicación. pic.twitter.com/I16rBqT5bu
— CIGBCuba (@CIGBCuba) December 30, 2022
Es importante recalcar que el CIGB ya había anunciado un refuerzo para las mujeres embarazadas que se encontraran atravesando su último trimestre de gestación y que hayan recibido una vacuna hace seis meses, así como madres que aún lactan a sus bebés.
Aunque las autoridades insistieron sobre la importancia de esta nueva dosis, estas no han dado una fecha concreta para que se administre esta nueva vacuna a la población mayor de la Isla.
Las autoridades sanitarias de Cuba insisten en la eficacia de las vacunas desarrolladas en Cuba, esto pese a que no han recibido la autorización de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El hecho de que las autoridades castristas hayan reconocido el reciente incremento en el número de casos, y hayan anunciado esta nueva ronda de refuerzos, se suma al hecho de que el presidente de la Isla, Miguel Díaz-Canel, anunciara recientemente la inauguración de una fábrica de mascarillas, la cual ya produjo 30.000 unidades.
Todo sugiere que el Gobierno cubano se prepara para una nueva oleada de contagios, todo pese a que habían estado reportando una presunta mejora desde hace meses, declarando una nueva normalidad y reabriendo las fronteras del país al turismo mundial.
La nueva fábrica fue financiada por la Unión Europea (EU), y contó con la participación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Posee una capacidad para producir hasta 1.800 unidades por hora, sin embargo, el principal obstáculo será la materia prima para elaborar las mascarillas, algo que ha sido utilizado como excusa desde hace meses para justificar la escasez de productos en el país.
El objetivo de las instalaciones es la producción de Equipos de Protección Personal (EPP) para asegurar que trabajadores de salud en el país puedan atender de manera segura a las personas contagiadas de COVID-19.