La cantante estadounidense Britney Spears pidió a sus fans respetar su privacidad luego de que algunos de ellos llamaran a la policía para que acudiera a su residencia.
En redes sociales, uno de los fans admitió haber llamado a la policía, porque estaba muy preocupado por el bienestar de la cantante. Sin embargo, uno de los oficiales dijo a TMZ que no había motivos para creer que Britney estaba en peligro.
“Es solo una cuestión de privacidad. Simplemente, no divulgamos ese tipo de cosas como los controles de bienestar. No es un crimen”, señaló el oficial.
El fan en cuestión es residente del área de California en la que se encuentra la mansión de la cantante, y estaba preocupado junto con otros miles de fans de la ‘Princesa del Pop’.
Y es que desde hace meses circulan rumores de que Spears podría estar “secuestrada” por su nuevo esposo, Sam Asghari, o de nuevo bajo el control de su familia, debido a las extrañas publicaciones que ha compartido en redes sociales y lo poco que se le ha visto en público.
La cantante de 43 años no ha salido de su residencia, no ha compartido historias en lugares públicos ni hecho directas en vivo desde hace meses. Esto, aunado al nulo contacto que mantiene con la prensa formal o con otras figuras públicas, ha despertado inquietud en sus seguidores.
Pero la gota que derramó el vaso y disparó las alertas sobre su bienestar fueron las publicaciones que compartió en su Instagram sobre su hermana, Jamie-Lynn Spears, de quien afirmaba sentirse “orgullosa de su gran talento”, siendo que ha peleado con ella por años por la forma en que la explotó junto al resto de su familia.
No obstante, la intérprete de Everytime salió a desmentir cualquier rumor sobre un secuestro o un nuevo control parental, a través de una publicación del pasado 28 de enero, donde dijo sentirse “acosada” por los que, según ella, no son sus “verdaderos fans”.
“Amo y adoro a mis fans, pero esta vez las cosas fueron un poco demasiado lejos y mi privacidad fue invadida. La policía nunca entró en mi casa y cuando se dieron cuenta de mi situación, rápidamente se dieron cuenta de que no había ningún problema y se fueron de inmediato (…) Durante este momento de mi vida, realmente espero que el público y mis fans, a quienes tanto quiero, puedan respetar mi privacidad en el futuro”, pidió.
Luego de deshacerse de la tutela que por 13 años mantuvo a su padre Jamie Spears en control total de su vida, Britney tuvo varios arranques de ira en redes sociales, con publicaciones que eliminaba después y que pusieron en tela de juicio, una vez más, su bienestar mental y emocional.
Entre los fans, varios han comentado el temor de que la familia de la artista, que casi había perdido definitivamente el control sobre ella y sus bienes, utilizara estos episodios como una excusa para retomar el control de ella y sus redes.
