Sí, como lo lees ¡Improvisar!; de esta manera lo han determinado científicos que se dedicaron a estudiar sus movimientos
Snowball es el nombre, una cacatúa de color blanco que protagoniza un video que hace unos años se hizo viral en redes sociales; esto debido a la gracia que produjo ver a este animalito bailar a ritmo de la música.
Generalmente, los animales son indiferentes a la música y no son capaces de llevar el ritmo, ni siquiera los monos (siendo la especie más semejante al humano) se les ha identificado esta cualidad propia.
Sin embargo, parece que algunas aves, como loros y cacatúas, parecen ser la excepción de esta regla.
Y precisamente es por eso que el video de esta particular creatura llamó la atención de un grupo de biólogos estadounidenses, quienes han decidido tomar el material audiovisual de Snowball para estudiarlo y determinar qué hay detrás del bailar de esta cacatúa.
A través de la investigación realizada se pudieron contabilizar un total de 14 movimientos propios (o pasos de baile) , además de dos movimientos combinados, los cuales son realizados por el ave mientras se escuchan dos canciones diferentes.
El material audiovisual original tiene una duración de 23 minutos, en los cuales (a pesar de que la dueña está presente) la cacatúa se mueve sola y con naturalidad; sin intervención de un tercero.
Asimismo, Irena Schulz (la dueña de la cacatúa) explicó que en ningún momento ella se dedicó a enseñar a su mascota a bailar, por lo que no estaba entrenada para realizar estos movimientos.
Tomando en cuenta lo anteriormente mencionado, los científicos han determinado que el baile del animal es espontáneo, y no predeterminado por medio de un adiestramiento.
Además, al analizar el material audiovisual, pudieron corroborar que lo que la mujer afirmó era cierto, debido a que a lo largo de los 23 minutos del video el ave no tiene un patrón constante de movimientos, sino que, por el contrario, pareciera que va improvisando los mismos según lo que la melodía le va indicando.
Los resultados de este estudio fueron publicados el pasado lunes 8 de julio a través de la revista Current Biology; y en los mismos los expertos concluyeron que, a juzgar por lo evidenciado en Snoewball, la realización de una variedad de movimientos como respuesta a un ritmo musical no es una cualidad única del ser humano.
