El sacerdote cubano Lester Rafael Zayas Díaz acudió a redes sociales este martes 7 de marzo para denunciar un robo ocurrido en una iglesia ubicada en el Vedado, La Habana.
De acuerdo con la denuncia, el incidente se registró durante la madrugada de ese mismo día, cuando una persona ingresó y se llevó el dinero que había sido donado a la iglesia por los feligreses.
Este dinero iba a ser utilizado para cubrir los gastos y las obras de la parroquia, por lo que el sacerdote calificó de inescrupulosa a la persona que forzó las alcancías de la iglesia.
“Con tristeza y preocupación y para tranquilidad de nuestros fieles comunico que al abrir el templo en el día de hoy descubrimos con tristeza que alguna persona inescrupulosa entró en nuestro templo y forzó las alcancías llevándose el dinero que buenamente la feligresía ofrece para cubrir los gastos y las obras de la parroquia”, inicia la publicación.
De igual manera, el sacerdote señaló que lo ocurrido fue comunicado a las autoridades de La Habana durante la mañana del martes, para que se iniciaran las investigaciones necesarias. Al momento de redactar la denuncia, se estaba esperando la llegada de la guardia operativa.
“En horas de la mañana fue presentada la denuncia ante las autoridades y también fue informado el encargado de asuntos religiosos del municipio Plaza. En estos momentos nos encontramos a la espera de que llegue la guardia operativa y los investigadores”.
Por último, Zayas Díaz lamentó que este acto criminal se haya llevado a cabo en la iglesia. De igual manera, señaló que pedirían por la paz y tranquilidad de los residentes de la zona.
“Lamentamos que estos hechos ocurran y pedimos a Dios por la paz y la tranquilidad de todos. También pedimos para que estos hechos, desgraciadamente frecuentes, no se repitan”.
Al respecto, la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en el Vedado compartió en sus redes sociales la denuncia hecha por el sacerdote, lo que provocó indignación entre los residentes.
Los usuarios, además de lamentar lo ocurrido, señalaron que la iglesia debía de empezar a tomar medidas para evitar que este bochornoso incidente se repitiera, como el tener que vaciar las alcancías antes de cerrar.
“Van a tener que vaciar las alcancías todos los días, y sacar el santísima del sagrario cada noche y llevarlo a la casa parroquial”, sugirió uno de los usuarios.
