Juicio en Londres: jurado falla a favor del régimen en juicio por deuda del Banco Nacional de Cuba
Tras varias semanas de deliberación, el jurado del Tribunal Superior de Justicia de Londres emitió este martes 4 de abril su fallo en el juicio sobre la demanda del fondo de inversión CRF I Limited contra el Gobierno de Cuba, con su veredicto estando a favor del régimen.
Pese a ello, el caso no ha terminado, pues la batalla legal continuará contra el Banco Nacional de Cuba.
La jueza Sara Cockerill reveló su decisión a las partes involucradas durante la mañana de este martes, explicando que ella considera que el fondo no cuenta con la capacidad legal para reclamar al régimen la deuda de más de 72 millones de euros.
Como era de esperarse, el régimen castrista se ha hecho eco de lo ocurrido, utilizando sus medios de prensa para hacer pasar la decisión de la jueza como una victoria a favor de la revolución y no como un hecho legal que se llevó a cabo debido a una de las múltiples irregularidades que comete el régimen.
Al respecto, el vocero del Gobierno cubano, Humberto López, dijo que la Isla era inmune a la jurisdicción del Reino Unido, por lo que no está obligada a responder con su patrimonio por la demanda.
El medio oficialista Cubadebate señala que la resolución judicial “confirma que las irregularidades cometidas por funcionarios del BNC fueron motivos razonables para que el gobierno “negara su consentimiento en ceder la deuda a favor de CRF”.
Esa misma nota afirma que el CFR no conocía los instrumentos financieros que reclamaba contra el régimen y no le asistía el derecho a establecer la demanda.
“La República de Cuba es, por tanto, inmune a la jurisdicción inglesa y no tiene obligación alguna de responder con su patrimonio ante esta demanda”, se lee en la publicación firmada por el vocero del régimen.
El conflicto inició debido a dos créditos que el Gobierno de la Isla cerró en 1984, mismos que contrajo con los bancos europeos Crédit Lyonnais y L’Istituto Bancario Italiano, teniendo al Banco Nacional de Cuba como garante regulador y responsable de la transacción.
Tres años después, el fallecido dictador Fidel Castro declaró “impagable” la deuda de Cuba ante las entidades internacionales, por lo que la Isla dejó de pagarle a sus acreedores, algo que continuó hasta la llegada de Raúl Castro al poder en 2006.
Luego de ello, la Isla gestionó un reajuste de la deuda con el Club de París, del cual también forma parte el CFR I, el cual asegura que no había tenido respuesta por parte de La Habana en siete años, a pesar de intentarlo en varias ocasiones.
Cuba defendió desde el principio que el fondo bancario era un “fondo buitre”, el cual no era el acreedor legítimo de la deuda, y que había sobornado a un funcionario del Banco Nacional de Cuba para poder hacerse pasar como el legítimo dueño de dicha deuda, algo que fue negado por el CFR I.
