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Rescatan a un migrante cubano que quedó varado en medio del río Bravo

La Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos (USBP, por sus siglas en inglés) rescató a unos migrantes que fueron abandonados por coyotes en un islote en medio del río Bravo, el cual divide a México y EEUU.

De acuerdo con la información compartida por el jefe de la Patrulla, Raúl Ortiz, entre los migrantes rescatados había uno de origen cubano, quien también fue abandonado por los traficantes de personas en el sector que corresponde a Eagle Pass, Texas.

 

El grupo consistía de 140 individuos, 66 de Colombia, 32 de Perú, ocho de Ecuador, siete de Honduras, siete de China, seis de República Dominicana, cinco de Venezuela, cuatro de Nicaragua, cuatro de Sri Lanka y el migrante cubano.

Mediante un comunicado oficial, la USBP compartió fotografías de los migrantes siendo rescatados en el río Bravo. El comunicado también especificó que el grupo consistía de 45 hombres, 25 mujeres, 64 unidades familiares y seis menores de edad no acompañados.

Los extranjeros no necesitaron atención médica, y fueron trasladados hasta el centro de detención para migrantes más cercano, donde se iniciará el proceso debido para determinar si pueden quedarse, si serán devueltos al lado de México o si serán expulsados a sus respectivos países.

El río Bravo es la última barrera que deben superar aquellos migrantes que desean llegar a los Estados Unidos de manera irregular, y este representa uno de los peligros más grandes del viaje.

En noviembre de 2022, se supo de una mujer de origen cubano que perdió la vida a orillas del cuerpo de agua mientras intentaba llegar al territorio norteamericano. El medio estadounidense Breitbart News indicó que la mujer sufrió un paro cardiaco debido al esfuerzo físico que requirió superar la fuerte corriente del río.

De igual manera, a inicios de ese año, se supo del caso de Guillermo Alan Matos, quien perdió a su esposa e hijo mientras intentaban cruzar el río para llegar a EEUU.

El afligido cubano indicó a los medios de prensa que su hijo tenía varios tumores, y que estaban viajando a EEUU para poder darle tratamiento, pues en Uruguay, de donde era originaria su fallecida esposa, no tenían los recursos necesarios para tratarlo.

“Estaba bajito el río, pero había un poco de corriente y empezamos a resbalarnos y se nos fue. Cuando quisimos virar para atrás fue demasiado tarde, ya teníamos la corriente en contra…”, declaró poco después de la tragedia.

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