EEUU anuncia nuevas medidas para gestionar el flujo migratorio regional
Mediante un comunicado oficial compartido este jueves 27 de abril, el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU (DHS, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Estado (DOS) anunciaron una serie de medidas para lidiar con el flujo de migrantes irregulares a través de su frontera y garantizar más vías legales y seguras para ingresar al país.
Las medidas se toman debido al inminente final del Título 42, el cual permitió la expulsión inmediata de migrantes por motivos de la pandemia de COVID-19. Según las autoridades, el fin de este programa provocará un incremento en el número de personas intentando cruzar a los Estados Unidos, por lo que decidieron tomar precauciones.
El documento compartido por las autoridades recuerda que, tras el fin del Título 42, se implementará el Título 8, el cual se enfoca en procesar y expulsar a los migrantes con la mayor velocidad posible.
Una de las medidas adoptadas por EEUU fue la expansión del acceso a la aplicación CBP One, la cual se utiliza para programar citas en los puertos de entrada al país. De igual manera, se anunció que se modernizaría el Programa de Reunificación Familiar Cubano.
EEUU también se comprometió a duplicar la cantidad de refugiados que recibe mensualmente del hemisferio occidental.
El Gobierno norteamericano busca cambiar la estructura de los incentivos que impulsan a las personas a emigrar de manera ilegal, al mismo tiempo que garantiza más procesos seguros, legales y ordenados para entrar a EEUU.
Para esto, necesitará procesar y expulsar con mayor rapidez a los migrantes que no sean calificables para recibir asilo político, por lo que se triplicará el número de vuelos de deportación.
Por último, el país destinará más recursos para acelerar el proceso y la gestión de casos, cooperando con los gobiernos de México, Canadá, España, Colombia y Guatemala para abrir más centros del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) en esos territorios.
EEUU también buscará lanzar una campaña en contra del tráfico de personas en la región del Darién, reasignar fondos del DHS para abordar las necesidades inmediatas de las operaciones fronterizas y reducir el impacto en comunidades fronterizas asignando fondos adicionales para estas.