El equipo cubano de fútbol sub-23 que compite en el aérea de CONCACAF perdió a seis jugadores que al bajar del avión en Nueva York escaparon de la selección para pedir refugio en los Estados Unidos.
Los nombres confirmados son: Serguei Campillo, Jansiel Blanco, Ansel Armenteros, Adrián Darcourt, Yosniel Alberto González, y Eduard Puga. Ellos aprovecharon la escala que realizaba el avión cuando se dirigía a Islas Vírgenes de los Estados Unidos para efectuar un partido clasificatorio regional.
El equipo continuó viaje y con solo 13 hombres, solo tenía dos cambios, remontó el juego frente a los estadounidenses que abrieron ganando dos goles por cero. Con tres anotaciones en la segunda mitad contribuyeron el pinareño Jean Carlos Rodríguez, el artemiseño Karel Espino y el villaclareño Lázaro Monzón.
El conjunto dirigido por Frank Pérez interviene en el Preolímpico de CONCACAF. En los juegos olímpicos solo compite una representación de menores de 23 años con hasta tres refuerzos que superen ese límite de edad.
Hasta cierto punto es comprensible la fuga, pues el deporte en Cuba no es remunerado como si pasa en el mundo desarrollado y en especial la práctica del fútbol es deprimente con el estado de los terrenos y una alimentación en ocasiones deficiente en calorías.
En la reciente Copa Oro realizada en Estados Unidos, Cuba no solo no marcó en 270 minutos, también, y como ya se ha hecho costumbre cada vez que juega este torneo, reportó la deserción de cuatro de sus jugadores, incluyendo el Capitán, Yasmani López.
Los otros tres futbolistas que abandonaron la selección mayor fueron Luismel Morris, Reinaldo Pérez y Daniel Luis Sáez.
