Teoría sugiere que los últimos momentos de los pasajeros del Titán fueron escalofriantes
La hipótesis sostiene que los pasajeros del sumergible tuvieron alrededor de un minuto para procesar que las cosas estaban mal
De manera oficial, el sumergible Titán, el cual desapareció a mediados de junio, sufrió una implosión catastrófica que acabó con la vida de sus cinco pasajeros de manera instantánea.
Este evento habría sido tan rápido que las personas a bordo no tuvieron tiempo para procesar la situación, sin embargo, una teoría compartida por un especialista en submarinos sugiere que estas personas estuvieron al tanto de que se trataban de sus últimos momentos con vida.
De acuerdo con el José Luis Martín, experto en sumergibles, los pasajeros pasaron unos aterradores últimos segundos, pues una falla técnica eliminó su propulsión, lo que provocó que descendieran cientos de metros “en picada”, mientras experimentaban una obscuridad absoluta.
La teoría, compartida por el medio mexicano Milenio, señala que el Titán perdió toda capacidad para ascender a la superficie, por lo que se hundió “como una piedra” a unos 1.700 metros de profundidad.
El especialista agregó que, debido al limitado espacio que había en el submarino, los tripulantes terminaron unos encima de los otros mientras caían hacia las profundidades. Martín estima que, de ser correcta esta teoría, los pasajeros pudieron estar al tanto del desastre por un periodo de entre 48 y 71 segundos antes de la implosión.
El citado medio señala que la implosión pudo haberse debido al súbito cambio de presión que vino con el abrupto descenso hacia el fondo marino.
Por su parte, el buzo Michael Harris explicó que la zona en donde se encuentran los restos del Titanic se ubica a unos 3.200 metros de profundidad, por lo que el sumergible Titán estuvo sometido a unos niveles extremos de presión. Esto significa que cualquier daño al casco del vehículo pudo haber detonado la implosión catastrófica.
Es importante recordar que el sumergible Titán pertenecía a la empresa OCeanGate Expedition, la cual se dedica a realizar expediciones submarinas para observar los restos del famoso trasatlántico que terminó hundido en 1912.
El CEO de la compañía, Stockton Rush, fue uno de los pasajeros que perdieron la vida durante el incidente, pues este se encontraba funcionando como el piloto del submarino.
Las otras cuatro víctimas fueron identificadas como Shahzada Dawood y Suleman Dawood, un empresario paquistaní y su hijo; Hamish Harding, aventurero británico; y el investigador Paul-Henri Nargeolet, experto en el Titanic.
Una de las últimas noticias compartidas por la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG, por sus siglas en inglés) fue que las autoridades pudieron haber encontrado restos humanos entre los escombros recuperados, pero que se necesitarían hacer varios estudios para confirmarlo.