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Asesinato de migrante cubano en México es calificado como ejecución extrajudicial

Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Guardia Nacional habría dejado un arma cerca del cuerpo para justificar el ataque

La Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH) calificó como una ejecución extrajudicial el asesinato de un migrante cubano ocurrido en octubre de 2021 en el estado de Chiapas, en el cual participó la Guardia Nacional del país azteca.

Este organismo compartió su decisión a través de la resolución 116VC/2023, la cual también acusó a la Guardia Nacional de haber respondido con exceso de fuerza.

El migrante asesinado respondía al nombre de Cristóbal Cobeiro, quien formaba parte de un grupo de indocumentados que se transportaba a bordo de una camioneta a través del ejido de Echegaray, ubicado en el municipio de Pijijiapan.

Las autoridades mexicanas dispararon en contra del vehículo en 55 ocasiones, impactando mortalmente a Cobeiro y lesionando a otros cinco, dos de los cuales eran menores de edad.

La CNDH consideró falsa la versión oficial compartida por la Guardia Nacional, la cual aseguró que se vieron obligados a disparar luego de que la camioneta comenzara a manejar de manera errática, ignorara órdenes directas de detenerse y tratara embestir a las patrullas.

 

De acuerdo con el medio mexicano Animal Político, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chiapas afirmó haber encontrado un arma larga y municiones dentro del vehículo, sin embargo, la CNDH señala que habría sido la Guardia Nacional la que sembró este elemento para justificar el asesinato.

Al cuerpo de Cobeiro se le realizó un examen de radizonato, el cual confirmó que no disparó un arma de fuego en ningún momento. Adicionalmente, el conductor del vehículo y varios otros migrantes declararon haber visto el momento exacto en el que los militares dejaron el arma cerca del cubano.

La Guardia Nacional afirmó en aquella ocasión que el Instituto Nacional de Migración (INM) pidió su apoyo para realizar acciones de control migratorio en el tramo donde ocurrieron los disparos, pero la Oficina de Representación del INM en Chiapas negó haber solicitado dicha colaboración.

El padre de Cobeiro, quien ahora exige justicia, indicó que su hijo laboraba como guía turístico en La Habana, y que se dirigía hacia Estados Unidos en busca de una mejor vida para él y su familia.

“Mi mayor preocupación es que quienes cometieron el delito contra mi hijo sigan libres, que no se llegue a un juicio y todo quede en el aire después de dos años”, declaró este señor a la Fundación para la Justicia, la cual ha monitoreado su caso desde el 2021.

 

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