Abuela cubana pide ayuda para localizar a su nieto desaparecido en el río Bravo
El joven fue visto por última vez mientras intentaba recuperar su mochila de las aguas del río, desde entonces, su familia no sabe nada de él
La familia de un joven cubano identificado como Alejandro Díaz Albert, de 28 años de edad, ha acudido a la comunidad para pedir ayuda encontrándolo, pues este desapareció mientras intentaba cruzar las peligrosas aguas del río Bravo, entre México y Estados Unidos.
A través de un video compartido por el periodista Mario J. Pentón, la abuela de Alejandro indicó que los hechos se registraron el pasado jueves 21 de diciembre, alrededor de las 3:30 a.m., cuando un grupo de indocumentados intentó ingresar a EEUU sin llamar la atención de las autoridades migratorias.
Pentón señala que el grupo se desvió hacia una zona desconocida e inhóspita para evadir a la Patrulla Fronteriza de EEUU (USBP, por sus siglas en inglés), y que habría sido este momento en el que el joven desapareció.
El grupo con el que viajaba vio al joven por última vez mientras intentaba recuperar su mochila del agua. Desde entonces, la familia de Díaz no sabe nada sobre él, y ha comenzado a temer lo peor.
La familia de Díaz ha compartido su fotografía en varias publicaciones de redes sociales, con la esperanza de que algún cubano que se encuentre en la frontera entre México y EEUU pueda reconocerlo y otorgar información sobre su paradero.
La familia señala que el cuerpo de una persona fue encontrado unos días después en el río, y mientras las autoridades locales no han podido dar una respuesta concreta sobre la identidad de este hombre, la abuela de Díaz afirma que se trata de un cubano.
En ese sentido, la familia ha pedido ayuda de cualquiera que pudiera identificar a esta persona, para saber, de una vez por todas, si este se trata del joven desaparecido.
De momento, la incertidumbre sigue creciendo, mientras la familia continúa aferrada a la esperanza de que Díaz se encuentre detenido por las autoridades en México.
El caso de Díaz es uno que viven miles de familias cubanas al año, pues el río Bravo es la barrera final que estos migrantes deben de superar antes de ingresar a los Estados Unidos. En octubre, el caso de una familia antillana se hizo viral, pues el joven matrimonio cruzó estas traicioneras aguas con un bebé de pocas semanas de nacido en brazos.