Fallece el conocido pelotero cubano Pablo Hernández Méndez
De acuerdo con el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, este falleció luego de batallar contra una larga enfermedad
Pablo Hernández Méndez, reconocido pelotero cubano que jugó como jardinero central y bateador en los equipos Citricultores y Henequeneros, falleció un día después de haber cumplido 64 años de edad.
De acuerdo con la información compartida por el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, el también jugador del conjunto yumurino y de la antigua provincia La Habana, falleció el miércoles 10 de enero luego de batallar contra una larga enfermedad.
La partida del expelotero matancero fue lamentada por las autoridades deportivas, las cuales recordaron sus mejores momentos como su participación en 14 Series Nacionales y en un igual número de Series Selectivas. De igual manera, Hernández integró varias veces la preselección del equipo de Cuba.
“Con un average de 281, producto de 1440 hits en 5120 veces al bate con 228 dobles, 191 jonrones y promedio defensivo de 968 en 1313 partidos jugados”, especificó el INDER en sus redes sociales.
Durante su juventud, el pelotero compitió en los Mundiales Juveniles de Argentina y Venezuela, los cuales se jugaron en los años 70. En dichas presentaciones, Hernández fue líder en jonrones y carreras anotadas e impulsadas, lo que llamó la atención de los fanáticos de la pelota.
El expelotero nació en el municipio de Pedro Betancourt, y a su entierro acudieron directivos del deporte, el Partido Comunista de Cuba y del Gobierno local, así como las también glorias deportivas como Leonardo Goire, Fernando Sánchez y Jorge Zaragoza.
Adicionalmente, del jugador se despidieron decenas de ciudadanos, los cuales acudieron al lugar a dar sus condolencias a la familia y a los amigos de Hernández.
Las publicaciones que informaron sobre su fallecimiento se llenaron de comentarios de usuarios fanáticos del deporte que le enviaron emotivas palabras de despedida.
“Él será siempre un pelotero inolvidable por su calidad en el campo de juego y como persona. Tenía un gran poder ofensivo y potente brazo”, redactó por su parte el narrador deportivo Francisco Soriano Bermúdez.