Díaz-Canel llama “vagos” a los cubanos y los culpa de la escasez alimentaria
Afirmó que hay mucho potencial en la Isla, pero es la población la que no trabaja y pidió que laboren sin paga para el Estado
El designado presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, llamó “vago” al pueblo, y lo culpó por la aguda escasez alimentaria en la Isla.
A través de redes sociales, ha circulado un video del dirigente en su visita a la ciudad de Baracoa, provincia de Guantánamo, en donde se detiene para dirigirse a la población, con la que convive mientras algunos incluso lo abrazan.
En su discurso, Díaz-Canel aprovechó para pedir la “cooperación” del pueblo cubano en la producción de alimentos, afirmando que hay mucho potencial en la tierra, pero que la gente es la que no la trabaja.
“Hasta que nosotros no produzcamos la comida que necesitamos no van a bajar los precios. Aquí no hay milagros. Y aquí hay tierra suficiente para producir comida”, declaró.
El dirigente sugirió entonces una medida polémica que ya se ha tratado de implementar varias veces: trabajo sin paga, que la gente dedique horas de su vida y pesadas labor manual al cultivo y cosecha de alimentos sin recibir absolutamente nada a cambio, para brindarlo todo al estado y que haya mayor producción.
“Pero hay que ponerse a trabajar, trabajar todo el mundo y ayudar, y otros ayudar con jornadas de trabajo voluntario como le hemos hecho en otro momento”, indicó.
Más adelante, en la misma intervención, el sucesor de Raúl Castro afirmó que lo que pasa es que muchos de los ciudadanos son “vagos”, que quieren todo gratis y “no aportan nada” al país.
“Porque también, aunque es un pueblo trabajador, tenemos a varia gente que son vagos, que son desvinculados del trabajo, no aportan nada, reclaman muchos derechos, pero no cumplen deberes. Entonces, es una sociedad donde todos tenemos que apoyar”, concluyó.
En todo este discurso, Díaz-Canel ignoró el hecho de que los cubanos de a pie no cuentan con el tiempo y la energía de trabajar gratis para el gobierno, pues muchos de ellos tienen jornadas laborales de varias horas o incluso dos trabajos para sostenerse apenas con lo mínimo.
Con estas declaraciones, el mandatario eximió de responsabilidad al Estado por la crisis alimentaria, cuando los campesinos trabajan a marchas forzadas, pagando los insumos con sus propios recursos, para que sus cosechas les sean compradas a un precio muy por debajo de su verdadero valor.
La crisis alimentaria en Cuba se ha extendido ya por varios años, y ha aumentado en la última década, acrecentada también por la pandemia que paralizó las labores un tiempo y que redujo todavía más la inversión del castrismo en la materia. Aunque el gobierno cuenta con los recursos para importar alimentos, no lo hace, y la mayoría de los recursos se dedican al turismo.