Panamá coloca alambres de púas para frenar el flujo de migrantes por el Darién
Las autoridades buscan disminuir el flujo de migrantes que intenta ingresar de manera ilegal desde Colombia
Como parte de los esfuerzos del gobierno de Panamá por frenar la migración irregular hacia los Estados Unidos, se han instalado barreras de alambres de púas en varios de los puntos críticos del denominado tapón del Darién, el cual es utilizado por los indocumentados para cruzar a ese territorio desde Colombia.
De esta manera, las autoridades buscan disminuir el flujo de migrantes que intenta ingresar de manera ilegal a Panamá, esto luego de que en julio se anunciaran futuras medidas para cerrar el paso por el mencionado tramo de selva.
Con esto, el gobierno de José Raúl Mulino, quien fue elegido como presidente a inicios de mayo, da sus primeros pasos para controlar la migración irregular en la región. Durante la campaña electoral de Mulino, el político prometió cerrar el paso del Darién y repatriar a aquellos que sean sorprendidos cruzándolo de manera ilegal, esto respetando sus derechos humanos.
Las autoridades migratorias panameñas señalan que más de medio millón de personas cruzaron la selva durante el 2023, una cifra que ha superado por mucho la de años anteriores. Adicionalmente, se sabe que, entre enero y marzo de este 2024, más de 170.000 personas se han arriesgado a cruzar desde Colombia a través de la peligrosa ruta.
Este número consiste principalmente de migrantes venezolanos, seguidos de personas originarias de Ecuador, Haití, China y Colombia. Mientras los cubanos no alcanzan números significativos para las gráficas, se sabe que un buen número de ellos cruzan por esta ruta ante la dificultad de conseguir boletos para volar hacia Nicaragua, la cual o exige visado a los ciudadanos de la Isla.
Tras la toma de poder del nuevo presidente, Panamá y EEUU firmaron un acuerdo para frenar la migración hacia el territorio norteamericano, con este último comprometiéndose a aportar unos seis millones de dólares para financiar los costos de repatriación y otros gastos necesarios para esta meta.
El tapón del Darién es considerada como una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo, esto debido a la irregularidad del terreno. El tramo consiste de aproximadamente 160 kilómetros de longitud y 50 kilómetros de ancho, es conocido por ser una de las barreras naturales más desafiantes para los migrantes.
Al peligroso terreno se le suma la presencia de grupos criminales armados que se dedican a esperar que sus víctimas se adentren a la selva, lejos de cualquiera de las autoridades colombianas. Estos delincuentes roban, asaltan, agreden, abusan sexualmente y secuestran a muchos de los migrantes con el objetivo de obtener una ganancia económica rápida.