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Fin del socialismo en Bangladesh: dimite primera ministra tras protestas masivas

Los manifestantes tomaron la casa de la gobernante por la fuerza y la llevaron literalmente a huir en helicóptero, logrando su dimisión

La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, dimitió este lunes 5 de agosto, luego de semanas de mortíferas manifestaciones en contra del gobierno socialista del país del sur asiático.

El anuncio fue dado por el jefe del ejército de Bangladesh, general Waker-uz-Zaman, quien informó la dimisión de la funcionaria, que tuvo que huir en helicóptero luego de que los manifestantes tomaran la residencia oficial de la primera ministra en la capital, Dhaka.

Las imágenes difundidas por medios y en redes sociales muestran los vehículos cercanos a la casa de Hasina en llamas, mientras la policía era incapaz de contener a las multitudes de miles y miles de ciudadanos que seguían llegando al barrio, replegando a los oficiales.

A primera hora de este lunes, el ejército y la policía habían atacado a manifestantes que se concentraban en la zona, según informó un periodista de CNN en Dhaka.

Al menos 91 personas murieron y centenares resultaron heridas en los enfrentamientos de la víspera este domingo, con las fuerzas del Estado golpeando y disparando contra los manifestantes que exigían la supresión de las cuotas para los empleos públicos y la dimisión de la primera ministra.

 

Los opositores afirman que las cuotas de empleo en la función pública son discriminatorias, y están cansados de la administración luego de más de una década de socialismo al poder.

Pese a la brutalidad de las autoridades, el número le ha dado la ventaja a los ciudadanos, y entre los muertos de este domingo se contaron 13 policías. El número de caídos fue el más alto en un solo día en protestas de este país en su historia reciente.

La cifra superó las 67 muertes registradas el pasado 19 de julio, cuando los estudiantes salieron a la calle contra las cuotas, informó Reuters. En julio, al menos 32 niños murieron durante las protestas, informó UNICEF el viernes.

 

La población, harta de su situación, no ha buscado una salida “pacífica” al conflicto, comprendiendo que solo por la fuerza podían derrocar al sistema que los oprime, y finalmente asaltando la residencia de la primera ministra, tomándola en fotografías que han pasado a la historia, con el pueblo adueñándose de lo que les corresponde.

Los disturbios generalizados se dieron también en las ciudades de Rajshahi, Barisal y Chittagong, entre otras, y llevaron al gobierno a imponer un toque de queda indefinido en todo el país durante el fin de semana, mismo que fue desobedecido.

Mientras tanto, grupos de defensa de los derechos humanos acusaron a las autoridades de hacer un uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes, acusación que el gobierno niega.

 

Waker-uz-Zaman, informó que formará un gobierno provisional tras la dimisión de Hasina, y pidió a los estudiantes “que mantengan la paz” y los ayuden, añadiendo que “los militares no dispararán contra nadie, la policía no disparará contra nadie”.

Sin embargo, periodistas de CNN en la zona afirmaron que la policía abrió fuego contra manifestantes en Dhaka este lunes, en medio del escrutinio internacional del que las fuerzas de seguridad han sido objeto por desatar una oleada de brutalidad contra los manifestantes, misma que solo ha servido para exacerbar la molestia de la población.

Según el periodista, al menos cuatro personas resultaron heridas este 5 de agosto, mientras los manifestantes se concentraban en la Facultad de Medicina de Dhaka. Una de esas personas recibió un disparo en la cabeza.

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