Guardia Costera de EEUU intercepta a un balsero cubano cerca de Florida
El solitario balsero viajaba a bordo de una embarcación rústica, la cual fue avistada por las autoridades a unas 12 millas de Cayo Largo
La Guardia Costera de los Estados Unidos (USCG, por sus siglas en inglés) repatrió a un migrante cubano que fue interceptado solo mientras intentaba llegar a las costas de Florida a bordo de una embarcación rústica.
De acuerdo con un comunicado oficial compartido en redes sociales, la operación fue ejecutada el miércoles 18 de septiembre por la tripulación del Cutter Pablo Valent, esto luego de que el balsero solitario fuera avistado a unas 12 millas al sur de Cayo Largo.
La detención del cubano fue realizada por una embarcación de la Patrulla de Aduanas y Protección Fronteriza (CBPAMO), y se suma a la lista de personas que intentan llegar a los Estados Unidos de manera ilegal.
Pese a los esfuerzos realizados por las autoridades migratorias, las personas continúan arriesgando sus vidas en un intento por buscar un mejor futuro para sus familias, incluso si las probabilidades de quedarse en el país son mínimas en comparación con las de ser deportados de regreso a la Mayor de las Antillas.
#DontTakeToTheSea🚫🌊@USCG Cutter Pablo Valent’s crew repatriated one migrant to Cuba, Wed., following an unlawful migration attempt interdicted by a @CBPAMO boat crew approx. 12 miles south of Key Largo, Fla.#NoTeArriesgues#Papranlanme
#OVS #D7@USEmbCuba @HSI_Miami pic.twitter.com/YlYBiNpAtD— USCGSoutheast (@USCGSoutheast) September 19, 2024
Balseros cubanos en EEUU
Tan solo esta semana, 43 balseros arribaron a los Cayos de Florida a bordo de una embarcación pesquera registrada en La Habana. Los cubanos desembarcaron en la playa de Sombrero, en Cayo Marathon, donde fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza de EEUU (USBP).
De acuerdo con un comunicado de las autoridades, los cubanos llegaron a bordo de un pequeño barco pesquero llamado “Zorro”.
A los pocos días de este incidente, el dueño de esta embarcación, un pescador cubano llamado Fermín Puig, denunció que esta se encontraba amarrada en el puerto de la capital, pero fue robada por aquellos que trataban de llegar a EEUU.
Como consecuencia de estas acciones, el hombre fue citado por la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), la cual, durante los interrogatorios, insinuó que este pudo haber vendido la embarcación a los balseros.
El hombre ha negado estas acusaciones, señalando que ese bote era el único sustento de su familia, por lo que no tendría sentido venderlo y arriesgarse a ser encarcelado por un crimen tan obvio.
El hecho de que la embarcación terminara en EEUU significa que ha sido perdida, pues las autoridades norteamericanas nunca devuelven los navíos utilizados por los balseros, pues esto representa un problema logístico.
Las acusaciones de las autoridades parecen haber sido hechas para buscar a un responsable de este delito, una práctica muy común para el régimen, que prefiere fabricar culpables en lugar de reconocer el problema.
