ESTADOS UNIDOS

Trump pide pena de muerte para migrantes que asesinen a ciudadanos de EEUU

La medida es una de las tantas promesas hechas por el magnate durante uno de sus últimos mítines en Aurora, Colorado

En uno de sus más recientes mítines, realizado el pasado viernes 11 de octubre en Aurora, Colorado, el expresidente Donald J. Trump pidió la pena de muerte para aquellos inmigrantes que asesinen a ciudadanos estadounidenses.

La propuesta del empresario forma parte de su plan “Operación Aurora”, un programa que también incluye la deportación masiva de inmigrantes indocumentados.

Durante ese mitin, Trump describió a los Estados Unidos como un país que había sido “ocupado” por inmigrantes, y prometió liberar a la nación de lo que considera como una “invasión”.

El republicano indicó que, para llevar a cabo esto, se valdrá de la ley de enemigos extranjeros de 1798, con la cual podrá deportar a los inmigrantes que sean sospechosos de pertenecer a pandillas. El exmandatario hace esta promesa pese a que las leyes actuales ya permiten deportar a personas condenadas por delitos graves.

¿Qué es la Operación Aurora?

La denominada “Operación Aurora” es un plan propuesto por Trump como parte de su campaña presidencial, y se centra en la deportación masiva de inmigrantes indocumentados que se encuentren en EEUU.

El nombre se basa en afirmaciones del empresario sobre una presunta banda de inmigrantes venezolanos llamada “Tren de Aragua”, que supuestamente mantiene control sobre la ciudad de Aurora.

Aunque estas declaraciones fueron desmentidas por las autoridades locales, Trump ha utilizado esta narrativa para justificar un plan agresivo hacia los migrantes, apoyándose del odio y del miedo que la población siente hacia este grupo. La medida incluye medidas extremas como la deportación inmediata de inmigrantes sospechosos de pertenecer a pandillas y la mencionada solicitud de pena de muerte.

En caso de ganar las elecciones del próximo 5 de noviembre, Trump implementaría de inmediato la mencionada “Operación Aurora”, poniendo un fin a las aplicaciones como CBP One. Durante ese mismo mitin, el magnate prometió iniciar la deportación de todos los inmigrantes ilegales sospechosos de pertenecer a pandillas el mismo día de su toma de posesión, prometiendo que “será una tarea nacional enorme”.

Por último, aseguró que aquellos migrantes que regresen a EEUU luego de haber sido deportados, enfrentarán una sentencia automática de 10 años en prisión sin posibilidad de libertad condicional.

El republicano aseguró que su administración iba a lograr una “victoria total sobre estos monstruos sádicos”, haciendo referencia a los inmigrantes que, de acuerdo con la narrativa que ha compartido en los debates presidenciales, son responsables de los crímenes violentos del país.

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