Cubanos bloquean importante avenida de La Habana en protesta por apagones

Cientos de cubanos bloquearon la avenida Boyeros, una de las vías principales de La Habana, para protestar de manera pacífica por los apagones que han registrado desde hace casi una semana.

La mañana de este martes 12 de noviembre, vecinos de La Habana se presentaron a la avenida, en reclamo por haber pasado más de seis días sin energía, desde el apagón masivo programado como medida preventiva para el huracán Rafael, el pasado 6 noviembre.

Incluso cuando el meteoro salió ese mismo día del territorio cubano, el régimen lleva casi una semana sin reconectar la electricidad en varias zonas de la Isla, primero excusándose en los daños ocasionados por el huracán, y ahora en los de los sismos registrados el pasado domingo 10 de noviembre.

Así, aunque se trató en teoría de un apagón intencional y programado, la reconexión del sistema eléctrico nacional (SEN) en su totalidad no ha sido tan fluida como se esperaría. A los daños estructurales de ambos fenómenos, se suman entonces las averías preexistentes y la eterna falta de combustible.

Frustrados por la situación, los ciudadanos utilizaron ramas de árboles caídas, derribadas por el propio ciclón y que no han sido recolectadas por los Servicios Comunales de la ciudad, para cerrar la vía, generando un gran embotellamiento.

A su vez, la acción de los manifestantes causó molestia entre los conductores, que comenzaron tocar su claxon, llamando la atención de las autoridades y los curiosos. Fue aquí que los manifestantes expresaron su descontento ante la falta de respuesta del gobierno, que parece ignorar el impacto de los apagones en la vida diaria.

Y es que los prolongados cortes de electricidad no solo han provocado la pérdida de alimentos refrigerados, que de por sí son escasos en el país, sino que han expuesto a las familias al intenso calor que se ha presentado, y ha privado zonas completas del servicio de agua potable, poniendo en riesgo su salud.

La avenida Boyeros es una de las principales vías de La Habana, conectando el centro de la ciudad con el Aeropuerto Internacional José Martí, y atravesando zonas estratégicas, por lo que la interrupción de su circulación afecta gravemente la ciudad.

Aunque esta estrategia representa la última alternativa para llamar la atención de las autoridades, sigue sin incomodar a los gobernantes, que mandaron elementos de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), a dispersar la manifestación.

Pese a la represión de las autoridades y la perpetuidad de la falta de electricidad y agua en varias zonas, la población todavía no se decide a tomar acciones más contundentes y violentas para enfrentar a las autoridades.

En medio de la crítica situación tras el paso del huracán Rafael, la Fiscalía cubana advirtió sobre sanciones severas para quienes manifiesten su descontento, a quienes se les imputarán delitos de “atentado”, “desórdenes públicos” y “daños” que conllevan prisión provisional sin derecho a fianza.