Niño huérfano pierde visa humanitaria por la lentitud de la burocracia castrista
Ahora, el menor ha perdido la oportunidad de viajar a los Estados Unidos para recibir una operación que requiere desde hace más de un año
La lenta burocracia castrista ha hecho de las suyas nuevamente y ha frustrado los esfuerzos por salvar a un niño cubano que requería de una visa humanitaria para recibir una operación importante en el extranjero.
De acuerdo con la activista Diasniurka Salcedo, quien ha compartido el caso desde el año pasado, el menor, identificado como Cristopher Olivera Santos, perdió su visa humanitaria porque el régimen tardó demasiado en tramitar la custodia legal a favor de su abuela y el visado venció.
El problema se debe a que el menor, de solo cinco años, debe viajar a Estados Unidos en compañía de alguno de sus padres, algo imposible debido a que este perdió a su padre a una temprana edad y fue abandonado por su madre, quedando al cuidado de su abuela. Sin embargo, el papeleo para que la anciana quedara a su cuidado de manera oficial nunca llegó, y el permiso de viaje del menor ya expiró.
Ahora, el pequeño no podrá viajar al extranjero para recibir una operación que le hubiera permitido restituir los daños internos que padece desde que ingirió por accidente ácido.
El pequeño, que se alimenta con una sonda desde el incidente, sufrió una recaída y se deshidrató el pasado miércoles, siendo enviado al hospital. Sin embargo, ahí no contaban con la sonda 22 que necesita.
La activista acudió a redes sociales para pedir ayuda, por lo que el menor pudo recibir la sonda que necesitaba, pero esto no cambia el hecho de que su cuidado iría mucho mejor en el extranjero, donde no se vive una escasez de medicamentos e insumos.
“Gracias a todos, gracias. No diré nombre. Fueron todos. Gracias por compartir. Cristopher ya tiene las sondas. Está con cefazolina. Es un antibiótico fortísimo. Estará bien, gracias”, indicó la activista en aquella ocasión.
Desde un principio, se supo que el proceso para que la abuela del menor obtuviera los permisos para viajar al extranjero con él iba a ser difícil, por lo que se solicitó apoyo legal por parte de expertos.
Para ello, se presentaron certificaciones de nacimiento del menor, de su madre y el certificado de defunción del padre; además de declaraciones de testigos que comprobaban que el menor había sido abandonado por su progenitora antes de quedar al cuidado de la abuela.
A finales de octubre, se supo que todo había quedado en orden, y que solo faltaba que el Tribunal Provincial realizara una vista oral y se pronunciara a favor de la anciana, pese a esto, la custodia legal no llegó a tiempo, y el niño perdió la oportunidad de poder viajar al extranjero para recibir el tratamiento que necesita, algo que ha generado indignación entre la comunidad cubana dentro y fuera de la Isla.