Cubana que entró a Tampa con 100.000 USD y fue vinculada con Alejandro Gil es condenada a prisión
La mujer fue detenida en febrero, cuando fue sorprendida con varios rollos de billetes ocultos entre su equipaje
La ciudadana cubanoamericana Mirtza Ocaña Lara, quien presuntamente fue vinculada al defenestrado ministro de Economía Alejandro Gil Fernández, ha sido condenada a cinco meses de prisión y tres años de libertad condicional por un tribunal de Florida.
La sentencia llega luego de ser hallada culpable de los cargos de contrabando de efectivo y conspiración para introducir grandes cantidades de dinero a los Estados Unidos, esto a través de frecuentes viajes que realizaba desde Cuba.
Según el informe de las autoridades, la sentencia fue impuesta por la jueza Kathryn K. Mizelle, quien también le ordenó pagar una multa de 32.000 dólares, el doble de las ganancias estimadas que habría obtenido con los viajes que realizó el último año.
La mujer, de 39 años de edad, fue arrestada el pasado mes de febrero, cuando arribó al Aeropuerto Internacional de Tampa y fue sorprendida con 31.000 dólares en efectivo ocultos entre su equipaje.
El hallazgo hizo que los agentes revisaran con cuidado las maletas de la cubanoamericana, encontrando otros 71.000 dólares ocultos entre su ropa. Las autoridades revisaron el historial de viajes de Ocaña y descubrieron que la mujer viajó entre La Habana y Tampa 45 veces durante el último año, lo que despertó sospechas.
Al momento de su detención, la mujer declaró que el dinero provenía de la venta de una casa en la Isla, pero esto resultó ser falso. Durante el interrogatorio, la cubanoamericana admitió mover grandes cantidades de dinero a cambio de un pago.
Esta aceptó haber realizado entre dos y tres viajes al mes desde junio de 2023, cobrando entre 1.000 y 2.500 dólares por cada uno. Durante el proceso judicial, en donde se declaró culpable de los cargos, varias publicaciones la vincularon con el entonces ministro de Economía, Alejandro Gil.
Mientras este vínculo no pudo ser confirmado de manera oficial, la detención de Ocaña coincidió con la destitución del funcionario castrista, el cual, según el régimen, fue removido de su cargo por “corrupción”.
Al respecto, el abogado de la mujer, Juan C. Mercado, negó esta relación, asegurando que era infundada e injustificada.
La teoría de un presunto vínculo con Gil cobró fuerza en aquel entonces debido a lo difícil que resultaría para una persona burlar la seguridad del aeropuerto de La Habana decenas de veces seguidas, por lo que muchos dieron por hecho que la mujer tenía ayuda de figuras importantes del régimen.