Un cubano deserta del ejército de Rusia y busca asilo en Grecia

Un cubano identificado como Francisco García Ariz, quien se enlistó en el ejército ruso que luchaba en Ucrania, decidió desertar del frente de batalla en un intento por buscar asilo en Grecia, aprovechando la oportunidad para denunciar los malos tratos que viven aquellos cubanos que deciden unirse a las fuerzas de Vladímir Putin.

García indicó que emigró a Rusia en busca de mejores oportunidades, y terminó uniéndose al ejército del Kremlin, sin embargo, ahora está esperando un proceso de asilo político en un campamento a las afueras de Grecia.

En una directa, compartida por el medio independiente La Tijera, el cubano reconoció que sería llamado un “mercenario”, pero recalcó que no quería continuar siéndolo, por lo que decidió abandonar el conflicto que se libraba en Ucrania.

Mientras no reveló detalles como en dónde estuvo luchando o la manera en la que logró llegar hasta la frontera de Grecia, el cubano dejó en claro que se sentía arrepentido de haberse enlistado en el ejército ruso, pero dijo que solo Dios podía juzgar las decisiones que tomó en el pasado.

Reconoció también que su decisión y sus acciones le iban a generar muchas críticas por parte de la comunidad, pero justificó todo asegurando que era la única vía que encontró en ese momento para emigrar, como fue el caso de muchos cubanos que han sido llevados al frente de batalla con promesas de una nacionalidad rusa.

Según su relato, García dejó Cuba motivado por la crisis económica que azota al país, y que, inicialmente, le ofrecieron un trabajo en la construcción.

Sin embargo, al llegar, fue forzado a enlistarse en el ejército ruso, algo que ha sido denunciado en múltiples ocasiones por jóvenes que fueron engañados de la misma manera.

“Yo no quiero ser sicario ya… me enfoqué en sacar a mi novia de Cuba, la llevé para Rusia, y creamos un plan para llegar a Grecia, que consideramos un lugar seguro”, se escucha decir al cubano en el video.

En la directa, el hombre finalizó enfatizando que no deseaba volver a tomar parte en actos de violencia después de lo ocurrido.

“No me siento bien por lo que hice, pero ya lo hice. Espero que los comentarios sean respetuosos, aunque sé que muchos me juzgarán”, indicó.

El caso de García no es uno aislado, pues muchos cubanos y sus familiares han denunciado que estos son llevados a Rusia para realizar supuestos trabajos de construcción, pero al llegar, son informados de que sus contratos, los cuales están en ruso, los obligan a luchar en Ucrania. En caso de negarse, son amenazados con cárcel o deportación.