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Informe recolecta nueva evidencia sobre bases de espionaje chinas en Cuba

Según la información, se identificaron cuatro instalaciones clave que estarían dedicadas a la recopilación de inteligencia en la Mayor de las Antillas

El Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales de Estados Unidos (CSIS, por sus siglas en inglés) publicó un reciente informe que pone en evidencia nuevas actividades de espionaje del gobierno chino desde territorio cubano, apoyadas por una red de bases estratégicamente distribuidas en la Isla.

Según el análisis, que se apoya en imágenes satelitales, se identificaron cuatro instalaciones clave que estarían dedicadas a la recopilación de inteligencia en la región, esto con un enfoque especial en los Estados Unidos.

Estas bases se encuentran en Bejucal, provincia de Mayabeque; El Salao, en Santiago de Cuba; y en las localidades habaneras de Wajay y Calabazar.

El estudio, que evaluó más de una decena de sitios potenciales, señala que se sospecha de estas estas bases por su infraestructura avanzada, la presencia de equipos de inteligencia de señales (SIGINT) y las medidas de seguridad observadas en las zonas. Aunque algunas de estas instalaciones tienen décadas en operación, habrían sido modernizadas recientemente para adaptarse a las tecnologías actuales.

Modernización de las instalaciones de espionaje

La base de Bejucal, que tiene una larga historia vinculada a la inteligencia, incluyendo su papel en la Crisis de los Misiles de 1962, ha sido objeto de importantes mejoras entre 2010 y 2019. Las imágenes satelitales de marzo de 2024 muestran estructuras subterráneas y un conjunto de antenas que permitirían interceptar comunicaciones y rastrear satélites, incluyendo los lanzamientos desde el Centro Espacial Kennedy y la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral.

En El Salao, se construyó una antena de matriz direccional controlada (CDAA) con capacidad para interceptar señales a distancias de hasta 8.000 millas náuticas. Aunque estas antenas tienen aplicaciones científicas, el informe señala su uso militar como una función prioritaria.

Por otro lado, el complejo del Wajay ha crecido significativamente desde 2002, ahora con 12 antenas operativas y un pequeño parque solar. Se sospecha que esta instalación se dedica principalmente a la interceptación de señales terrestres. En Calabazar, las antenas orientadas hacia el sur y un parque solar significativo sugieren un enfoque en la captura de transmisiones de satélites en órbita geoestacionaria. Aunque no hay evidencia directa de su vinculación con China, testimonios de desertores cubanos relacionan la base con actividades de inteligencia.

 

Cooperación entre Cuba y China

El informe recuerda que los lazos entre China y Cuba en materia de inteligencia datan de los años 90, cuando se firmaron acuerdos de colaboración tras el colapso de la Unión Soviética. Desde entonces, las relaciones bilaterales han prosperado, con visitas frecuentes de altos funcionarios y la implementación de tecnología china en el sistema de telecomunicaciones cubano, principalmente a través de empresas como Huawei y ZTE.

Sin embargo, la relación ha enfrentado tensiones recientemente. China suspendió un contrato para la compra de 400.000 toneladas de azúcar anuales, exigiendo al régimen cubano la implementación de reformas económicas antes de reanudar las relaciones comerciales.

El informe del CSIS expone la sofisticación de estas operaciones de espionaje y cómo estas fortalecen los vínculos entre ambas naciones, esto en medio de crecientes tensiones diplomáticas con los Estados Unidos.

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