EE.UU. mantiene a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo: implicaciones y significado
La decisión conlleva sanciones económicas, comerciales y migratorias afectan tanto al régimen cubano
El Departamento de Estado de los Estados Unidos publicó su informe anual de terrorismo correspondiente a 2023, confirmando que Cuba permanece en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
Esta designación, reinstaurada en 2021, conlleva sanciones económicas, comerciales y migratorias que afectan tanto al régimen cubano como a la población de la isla.
Durante una audiencia en el Congreso, el secretario de Estado, Antony Blinken, defendió esta decisión argumentando que el gobierno cubano no ha demostrado un compromiso real para combatir el terrorismo. El informe destaca que Cuba continúa albergando a líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), considerado una organización terrorista por Washington, además de mantener lazos históricos con grupos insurgentes.
La inclusión de Cuba en esta lista implica restricciones severas, como la prohibición de exportaciones relacionadas con armamento y tecnología de doble uso, así como la limitación de asistencia exterior. También se imponen estrictos controles financieros que dificultan las transacciones internacionales del gobierno cubano, impactando aún más su ya precaria economía.
En el ámbito migratorio, esta designación restringe el acceso de los cubanos al programa ESTA (exención de visa) y endurece los trámites para obtener visas hacia Estados Unidos. Estas medidas afectan particularmente a quienes buscan emigrar o visitar a sus familiares en el extranjero.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, criticó la decisión, calificándola como parte de una política de “máxima presión” destinada a asfixiar económicamente a Cuba. Según Rodríguez, estas sanciones son una estrategia histórica de Estados Unidos para destruir la Revolución cubana.
Cuba fue incluida en esta lista por primera vez en 1982, debido a su apoyo a movimientos insurgentes en América Latina y África. En 2015, la administración de Barack Obama la retiró como parte del proceso de normalización de relaciones bilaterales. Sin embargo, en 2021, la administración de Donald Trump reincorporó a Cuba, señalando que continuaba brindando refugio a grupos como el ELN.
El informe reciente subraya que, aunque algunos países han retirado solicitudes de captura contra líderes guerrilleros refugiados en Cuba, Washington considera que el régimen no ha mostrado voluntad de colaborar en la lucha contra el terrorismo a nivel internacional.
Analistas advierten que esta designación agrava la ya crítica situación económica de Cuba. Las restricciones financieras limitan las posibilidades de inversión extranjera, mientras que las medidas migratorias aumentan las dificultades para los ciudadanos cubanos que buscan salir del país.
Con esta política, Estados Unidos reafirma su postura de presión sobre La Habana, sin señales de un cambio a corto plazo. Esto mantiene el debate sobre la efectividad de las sanciones como herramienta diplomática y su impacto real en la población cubana.