Tasa flotante no afectaría al mercado informal ante escasez de divisas
El régimen no cuenta con los dólares para satisfacer la demanda, por lo que los cambistas informales pueden poner el precio que deseen
La brecha entre el tipo de cambio oficial y el mercado informal del dólar en Cuba sigue aumentando, esto pese al anuncio hecho por el régimen esta semana sobre una nueva tasa de cambio flotante.
Esto deja en evidencia las crecientes dificultades económicas por las que atraviesa el país. En las calles de La Habana y Santiago de Cuba, el fenómeno se hace palpable; los cambistas informales siguen ofreciendo dólares a precios altos, marcados por una alta demanda y escasa oferta.
De momento, el dólar estadounidense (USD) se cotiza en unos 323 pesos cubanos (CUP) en el mercado negro, una cifra muy por encima del cambio oficial. Mientras tanto, las sucursales bancarias se ven desbordadas con largas filas de personas que intentan obtener divisas sin éxito, reflejando la creciente escasez de moneda extranjera en las bóvedas del régimen.
En un intento por frenar la situación, el gobierno anunció la implementación de una tasa de cambio flotante en el mercado oficial. Sin embargo, la falta de dólares disponibles en los bancos para respaldar estas operaciones ha derivado en una mayor inflación y en una acelerada depreciación del peso cubano.
Y es que los cambistas informales saben que el gobierno no puede respaldar la tasa de cambio flotante, pues no cuenta con los medios para obtener suficientes dólares para satisfacer la demanda, lo que les deja el camino libre para poner el precio que deseen.
Durante una de las últimas sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), el primer ministro Manuel Marrero Cruz reveló que más de la mitad de las cuentas bancarias del país tienen un saldo de cero. Este dato subraya la gravedad de la crisis y la falta de liquidez que afecta tanto a la población como al sistema financiero.
Economistas cubanos atribuyen la escasez de dólares a varios factores: la caída de las exportaciones, la disminución del turismo y las sanciones internacionales.
“Sin un flujo constante de divisas, resulta inviable mantener un tipo de cambio estable”, explicó un analista al medio independiente Periódico Cubano, esto mientras solicitó permanecer en el anonimato.
Según su opinión, la clave para revertir esta situación radica en fomentar la inversión extranjera, diversificar las exportaciones y liberalizar el mercado cambiario, medidas que hasta el momento el gobierno no ha implementado con éxito.
La falta de dólares también afecta gravemente al sector empresarial. Las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (mipymes) y negocios privados se ven forzados a recurrir al mercado negro para adquirir divisas necesarias para importar insumos. A su vez, las restricciones impuestas por el gobierno sobre las importaciones agravan el desabastecimiento de productos básicos y limitan el acceso a bienes esenciales.