Muertes por desnutrición en Cuba aumentaron entre el 2022 y el 2023
Cifras oficiales establecieron a esta condición como la vigésima causa de mortalidad en la Mayor de las Antillas
Según cifras oficiales, la desnutrición se ha transformado en una preocupante causa de muerte en Cuba, esto en parte por la creciente crisis alimentaria que azota a la Isla desde hace tiempo.
Los datos más recientes divulgados por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) señalan que, entre 2022 y 2023, los fallecimientos vinculados a la desnutrición experimentaron un incremento del 74,42%, pasando de 43 a 75 decesos, situación que posiciona a esta condición como la vigésima causa de mortalidad en la Isla.
De acuerdo con el medio independiente El Toque, el reporte de la ONEI especifica que el mayor número de muertes corresponde a hombres, cuyo número creció de 26 a 53 en un año. En el caso de las mujeres, el aumento fue de 17 a 22.
Las cifras presentadas se enmarcan en los códigos E40 a E46 de la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cuales agrupan condiciones como el kwashiorkor y el marasmo, indicadores de hambre extrema.
Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y otros organismos internacionales han alertado sobre las consecuencias de esta crisis en los sectores más vulnerables, con énfasis en la infancia.
Por primera vez, la Unicef incluyó a Cuba en su informe sobre pobreza alimentaria infantil, resaltando que menos del 10% de los niños cubanos tienen acceso regular a alimentos esenciales como frutas, verduras, carne o pescado.
Aún más alarmante es el dato que indica que el 9% de los menores solo recibe dos de los ocho alimentos básicos necesarios para mantener una salud adecuada. Esta cifra podría ser incluso mayor, según advirtió el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).
El sector educativo también refleja esta problemática. El Food Monitor Program informó que el 90% de las escuelas primarias no cuentan con agua potable, y las dietas escolares son deficientes y desequilibradas, contribuyendo a la subalimentación y al fenómeno conocido como “hambre oculta”.
En cuanto a los adultos mayores, el aumento del costo de los servicios proporcionados por el Sistema de Atención a la Familia (SAF) ha forzado a casi la mitad de los beneficiarios a abandonar el programa desde 2021. El SAF, diseñado para ofrecer alimentos a sectores vulnerables, elevó sus precios de 1 CUP a 26 CUP por día, dejando sin acceso a miles de jubilados y pensionados.
Factores que intensifican la crisis alimentaria
La dependencia de Cuba de las importaciones, que cubren más del 80% de la canasta básica, y la baja inversión en la agricultura, que en 2024 no superó el 3%, profundizan la inseguridad alimentaria en la isla.
Adicionalmente, la reducción paulatina de los productos distribuidos mediante la libreta de abastecimiento ha dejado a millones de cubanos en una situación precaria, obligados a luchar por obtener lo más básico para sobrevivir.
La desnutrición es una causa de muerte que puede prevenirse, según la Organización de las Naciones Unidas. No obstante, la realidad cubana refleja una crisis humanitaria que exige una respuesta urgente para evitar que las cifras sigan en ascenso.
