Durante la tarde del pasado sábado 7 de septiembre, un conductor de guagua apuñaló a un colega luego de una acalorada disputa por el derecho a parquear en el Parque Central de La Habana.
El agresor se encontraba manejando una unidad 222 de la empresa Ómnibus Metropolitanos, encargada de cubrir la ruta que va de La Lisa a Parque Central.
Los hechos se desarrollaron alrededor de las 3 de la tarde y a la vista de todos los transeúntes; según lo que relatan los testigos, el agresor (identificado como Yoel Alonso) propinó dos puñaladas por la espalda al otro conductor (que no pudo ser identificado) cuando este se dirigía a mover su vehículo luego de la discusión.
“No fue una buena decisión apuñalar al otro chofer y menos por la espalda. Discutieron, sí, pero ya él (la víctima) iba a quitar su carro del lugar”, dijo uno de los testigos.
Ante este acto de violencia, los presentes solicitaron la intervención de las autoridades, quienes detuvieron a Alonso.
“Enseguida quedó detenido el conductor del ómnibus. Intentó darse a la fuga, pero qué va, esta zona siempre está llena de guardias”, aseguró Emilio Cuenca, un vecino del lugar.
El herido quedó tendido en el suelo mientras se esperaba la llegada de una ambulancia para trasladarlo a un centro de atención; entretanto, los agentes de seguridad intentaban detener la sangre que emanaba de la herida haciendo presión sobre ella.
Sin embargo, en vista de la tardanza de la ambulancia y cediendo a la presión que ejercieron los testigos, los agentes de seguridad decidieron trasladar ellos mismos a la víctima hasta el Hospital Calixto García en una de sus patrullas, debido a que la pérdida de sangre era demasiada.
“No querían moverlo en la patrulla, pero al fin tuvieron que hacerlo; si no, se les moría en el lugar”, comentó un residente del sector.
Según lo que afirma Diario de Cuba en su reporte, los incidentes de violencia en la carretera no son nada fuera de lo habitual; de hecho, algunos de los choferes llevan consigo tubos y otros implementos “para defenderse de ataques o ante eventuales incidentes que ocurran a bordo del ómnibus”.
En esta línea de ideas, Yurima Almaguer, taxista y residente del sector, señala que las autoridades deberían mirar con más preocupación este tipo de eventos.
“Las autoridades deben tomar más en serio los hechos de ira en la carretera. Ya los choferes no pueden ni tocar el claxon del vehículo, porque enseguida las personas se molestan y se van a las manos, y sacan machetes, bates, lo que sea”, opinó Almaguer.
