El cantante mexicano José Rómulo Sosa Ortiz, mejor conocido como José José falleció a los 71 de años por complicaciones con el cáncer de páncreas que padecía.
“El príncipe de la canción” murió en el hospital de la ciudad de Homestead, Florida. La noticia la dio a conocer a través de redes sociales la periodista Ana María Canseco.
Amigos, me duele mucho confirmarles que #JoseJose, nuestro Príncipe de la Canción, acaba de partir… Q.E.P.D.😢🙏 https://t.co/lVEeTpmVXk pic.twitter.com/JJPSHFYuJy
— Ana Maria Canseco 🕊️ (@AnaMariaCanseco) September 28, 2019
José Rómulo Sosa Ortiz nació el 17 de febrero de 1948, en la Ciudad de México, donde se crio en el barrio de la Clavería.
Su padre, José Sosa Esquivel, cantaba ópera y su madre, Margarita Ortiz Pensado, era concertista de piano. Así que podría decirse que ya traía la música en la sangre.
En la Clavería se registran las primeras andanzas musicales del cantante que llegaría a ser considerado el gran ídolo de México.
El futuro príncipe era contrabajista, pero soñaba con triunfar en solitario. En medio de esas inquietudes conoció al trovador Pepe Jara, quien lo impulso en los inicios de la que sería su legendaria carrera musical.
Su trayectoria comenzó de manera profesional en 1965 al grabar para discos Orfeón un sencillo de 45 revoluciones con los covers de “El mundo”, de Jimmy Fontana y “Mi vida”, de Alain Barriere.
Más tarde vendría otro sencillo, aunque ninguno contaba con promoción y el incipiente intérprete aun era un desconocido bajo el sencillo nombre de José Sosa.
Adoptó el nombre artístico de José José gracias a la cantante cubana Olga Guillot, también grande de la música romántica, quien le aconsejo el cambio.
José trabajaba en ese momento tocando el tololoche con un trío llamado Los Peg, cuando en una de esas reuniones se topó con Olga.
“Oye chico, desde ahora te llamarás José José”, le dijo la intérprete al conocerlo y él aceptó el nombre.
Con Los Peg, la situación no marchaba del todo bien, pues como en la vida de todo músico no siempre había trabajo.
Tras dos años de esta situación más tarde lo escucha el compositor y productor Rubén Fuentes, autor de la famosa “La Bikina”, quien le consiguió un contrato en la RCA Víctor.
En conjunto con Armando Manzanero supervisaron un primer álbum con temas como “Cuidado que”, que por falta de difusión no consiguió despegar.
En la disquera consideraban que no tenía posibilidades de comercialización, sin embargo, el mismo año en que murió su padre a causa de alcoholismo, 1968, José José consigue su primer gran éxito discográfico: “La nave del olvido”, una composición del argentino Dino Ramos que se convirtió en su carta de presentación.
La popularidad de José José creció en todo México, su carrera despegaba, pero fue hasta dos años después, el 25 de marzo de 1970 que vendría el hito en su carrera y en la historia musical de América Latina.
Como cierre del Festival de la OTI (Organización de la Televisión Iberoamericana), José José realizó la sublime interpretación de “El Triste”, composición de Roberto Cantoral que logró que todo el público que abarrotaba el teatro Ferrocarrilero de la Ciudad de México lo aclamara de pie, conmovidos hasta las lágrimas.
José José no ganó el festival, pero la belleza de la obra de Cantoral y su excelsa interpretación lo catapultaron a la cima de la popularidad.
Y el resto es historia: se convirtió en un ídolo de masas. No sólo en México, sino en todos los países de habla hispana.
Al pasar del tiempo y a través de las generaciones se comparte el valor de su música que con éxitos como “El Amar y el querer”, “Si me dejas ahora”, “Lo pasado pasado” y “Gavilán o Paloma”, sobrevive en más de medio centenar de volúmenes que han vendido millones de ejemplares.
Tan triste su muerte como ese numero que le dio la fama,realmente insustituible.Un cantante extraclase de todos los tiempos.