El desayuno es la comida más importante del día, ya que después de horas de sueño y sin comer, es necesario obtener energía a través de nutrientes de calidad que nos ayudarán en el rendimiento y bienestar durante el día.
Por ello, es importante e indispensable cuidar el tipo de alimentos a consumir y evitar aquellos que nos aporten “calorías vacías”, por lo que nuestro desayuno debe incluir más fibra, ser equilibrado y completo, incluyendo varios grupos de alimentos y muy importante “no saltárnoslo”, sobre todo si se quiere perder peso.
De acuerdo a la Fundación Española de Nutrición (FEN), en nuestra primera ingesta del día debemos consumir entre el 20 y el 25 por ciento de las necesidades energéticas del día.
Un estudio realizado por el departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad de Milán, comprobó la relación inversa entre el hábito de desayunar y la prevalencia de la obesidad, aunque los científicos recalcaron que no basta solo con desayunar, sino que cuándo y cómo hacerlo.
La Universidad de Surrey, asegura que retrasando 90 minutos el desayuno y adelantando otros 90 la cena se favorece la pérdida de grasa corporal. Dan así la razón al escritor Lewis Carroll, a quien “se le ocurrían hasta seis cosas imposibles antes del desayuno”.
Muchos nutriólogos han coincidido en que el yogur descremado, por ejemplo, es una alternativa para variar el desayuno y no aumentar de peso, ya que este puede sustituir la leche, el cual podemos acompañar de pan acompañado con una rebanada de queso blanco bajo en grasa.
Si perder peso es lo que se busca, entonces un desayuno ligero, fresco y bajo en calorías es la mejor opción.
Si no existe la costumbre de no desayunar, se podría entonces iniciar el día con una bebida como un jugo de frutas, agua con limón, leche descremada o yogur líquido.
Ahora bien, si queremos iniciar nuestro día de forma saludable, algunos alimentos que debemos incluir son:
Frutas cítricas como la piña, fresas, frambuesas o kiwi, ya que estás además de poseer pocas calorías, tienen mucha agua y fibra que ayudan a disminuir el hambre durante la mañana; además regulan el intestino y disminuye la distensión abdominal.
La leche descremada, así como las bebidas de soya, avena, arroz, coco o almendra, aportan calcio y poseen menos calorías, lo que representa un aumento en el valor nutricional del desayuno, pero sin las molestas calorías.
La especialista en Nutrición y directora de Nutrimedic, Conchita Vidales, recomienda “desayunar siempre antes de comenzar la jornada de trabajo” y subraya que “lo ideal es hacerlo en casa”.
Ahora si, a disfrutar de un desayuno ligero perfecto que sin duda nos hará perder esos kilitos de más.
