Murió al intentar comer 50 huevos como parte de una apuesta
Un hombre indio de 42 años perdió la vida el pasado lunes al intentar comer 50 huevos cocidos, tras tranzar una insólita apuesta con un amigo.
De acuerdo con The Times of India, Subhash Yadav, residente del distrito de Jaunpur, estado de Uttar Pradesh, India, había acudido a un mercado del área con su amigo para comer.
En algún momento se produjo entre ambos, por mera diversión, el extraño desafío de ingerir cinco decenas de huevos por un premio de 2.000 rupias (28,25 dólares).
Yadav aceptó el reto. Pero cuando se disponía a comer el huevo número 42, cayó inconsciente y tuvo que ser trasladado de emergencia a un hospital local y más tarde a un centro especializado, donde se confirmó su muerte.
No se ha determinado la causa del fallecimiento, pero los médicos lo atribuyeron a un exceso de comida.
Los miembros de la familia se negaron a comentar sobre el incidente.
La India es uno de los principales países exportadores del mundo. Uno de los productos que más exporta es el arroz, un alimento básico para la población local.
Sin embargo, a pesar del gran desarrollo económico que se ha producido en los últimos años, una cuarta parte de la población de la India sigue sufriendo hambre extrema, según datos de la organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La India es el segundo país más poblado del mundo por detrás de China. Cuenta con más de 1.300 millones de personas según cifras del Banco Mundial, y se espera que en 2022 alcance los 1.400 millones de personas, según estimaciones de la ONU.
Una de las características de la población india es su juventud: la media de edad se sitúa alrededor de los 28 años. Una cifra muy alejada de países envejecidos como los de la Unión Europea, donde la media de edad supera los 40 años.
Entre los factores responsables del aumento de la población se encuentra la alta tasa de natalidad de las mujeres jóvenes. Un hecho que responde a la falta de métodos anticonceptivos, pero también a la pobreza generalizada de la sociedad, que empuja a las familias a tener más descendencia para colaborar con la economía doméstica.