Yaima Caballero y Osmany Domínguez, padres de la niña que falleció al recibir una vacuna en un policlínico de Alamar, Habana del Este, aseguraron desde México continuar demandando al Gobierno cubano explicaciones por lo sucedido.
“Estamos tratando de asimilar todo y sobre todo seguir en esta lucha de exigir justicia”, explicó la cubana en una reciente entrevista concedida a América Tevé, luego de tener que marchar al país azteca por miedo a represalias por parte de la Seguridad del Estado.
“Contactaron con nosotros para hacernos saber que estaban pendientes de las denuncias que hacíamos en las redes sociales (…) Que era un crimen estar haciendo falsas acusaciones y que los crímenes se pagan con la cárcel”.
A pesar de las labores de intimidación por parte del Gobierno cubano, los padres de la pequeña Paloma indicaron que no han mermado sus esfuerzos por “exigir justicia”.
Dolor desde el exilio
“Cuando fui a viajar mi pasaporte estaba vencido. En Cuba se demora 20 día por hacerlo nuevo, hice las gestiones el lunes y el jueves me llamaron para decirme que ya estaba el pasaporte. Es la primera vez en 35 años que veo que un trámite que se demora 20 días, esté en tres días. Entendimos el mensaje”, aseguró Yaima.
Desde el exilio, tanto ella como su esposo viven con dolor el silencio de la administración de Díaz-Canel con respecto al caso de su bebé.
“Nosotros confiamos en la salud cubana y llevamos a vacunar a nuestra hija simplemente para que se mantuviera sana. En el momento que sucede algo así los primeros que tienen que dar la cara son los que implantan el tema de las vacunas y dar apoyo a la familia que pierde un hijo. Pero eso no sucedió nunca”, lamentó Domínguez.
“La asesinaron y es algo que voy a seguir diciendo cada día”.
Paloma fue vacunada el 7 de octubre contra la papera, rubéola y el sarampión. Tras el procedimiento, supuestamente inofensivo, su condición física se deterioró con cierta rapidez y terminó falleciendo como consecuencia de un fallo multiorgánico.
