Cubano que entró a Canadá a través de un túnel enfrenta posible deportación
Un cubano que, hace dos años, arriesgó su vida e ingresó ilegalmente en territorio canadiense a través del túnel St. Clair, aún permanece en un limbo legal y se encuentra a la espera de una posible deportación, informó el diario local The Sarnia Journal.
Miguel Padrón, de 59 años, vivía en Detroit, Estados Unidos, cuando decidió abandonar su casa, trabajo y demás posesiones personales para cruzar la frontera desde Port Huron, Michigan, hasta Sarnia, Canadá.
De acuerdo con reportes del diario, al llegar a Canadá el migrante no solicitó estatus de refugiado, solamente aplicó para un permiso de trabajo.
“Hace dos años vivo en el Santuario de Viñedos, de River City”, declaró Padrón. “No recibo dinero de nadie. No recibo atención médica de nadie”.
En enero de 2019, las autoridades canadienses le informaron que su solicitud estaba siendo tramitada en Toronto, pero desconocían cuánto tiempo podría tardar. “No dicen nada concreto. Nada. Todavía estoy en el hoyo”, denunció.
Bart Devries, un consultor de inmigración que trabajó con Padrón el pasado año, dijo que el cubano tiene posibilidades de recibir un autorizo de trabajo. No obstante, su residencia en Canadá es “incierta” y podría ser sacado del país en cualquier momento. Sobre todo, porque ya fue deportado en una ocasión en 1990.
“Su caso es muy complicado”, agregó Devries. “Pueden pasar años antes de que algo suceda”.
La situación del cubano, un entrenador profesional de gimnasia, fue dada a conocer por primera vez en septiembre de 2017, en el diario canadiense The Journal. A raíz de la publicación del artículo, una compañía de Ottawa llamada Tumbler’s Gymnastics Center lo contactó y le ofreció una entrevista de trabajo. Pero al no tener un claro estatus migratorio, el instituto le ofreció el puesto a otra persona.
Padrón decidió abandonar los Estados Unidos en 2017, luego de sentir una reacción odiosa contra los inmigrantes en dicho territorio. A menudo el cubano escuchaba comentarios como: “vuelve a tu país” y “estás tomando nuestro trabajo”.
“Hay mucho odio por allá. Lo manejé durante 11 años. No puedo soportarlo más”, explicó. “Incluso las personas que trabajaron conmigo intentaron deshacerse de mí. Nunca me despidieron en mis 11 años porque soy un buen entrenador”.
El cubano llegó a Canadá con una pequeña bolsa sobre el hombro, tras realizar una peligrosa caminata a través de un túnel donde pasan trenes, ubicado debajo del río St. Clair. Las alarmas de seguridad sonaron en la oscuridad, mientras los gases nocivos lo marearon. Luego de una hora de travesía, salió del otro lado y colapsó en algunos arbustos, donde fue hallado por agentes fronterizos.
Padrón se quedó sin dinero poco después de llegar a Sarnia. Actualmente, reside en River City y hace trabajos “extraños” cuando puede encontrarlos.
“A veces, le corto el pasto a alguien, hago un poco de dinero en efectivo, así puedo comer adecuadamente”, dijo. “No tengo otra opción”.