El mundo entero estuvo muy al pendiente y con gran expectativa respecto al nacimiento del primogénito de los Duques de Sussex, Meghan Markle y el príncipe Harry.
Y el pasado lunes la espera se ha acabado, al recibir la feliz noticia de que el pequeño (cuyo nombre no ha sido revelado) ha llegado al mundo en perfecta salud pesando 3,2 kilogramos.
Al llegar el octavo bisnieto de la reina Isabel II, séptimo de línea susesoral de la realeza británica, queda la expectativa ¿este pequeño es príncipe?
Para sorpresa de muchos, la respuesta es no; debido a que según la normativa implementada por el rey Jorge V en 1917 los títulos en la familia real se encuentran limitados a las primeras generaciones, es decir, aplicándolo a la actualidad, el único príncipe sería el hijo mayor del príncipe Gales (George).
Sin embargo, por medio de un decreto emitido por la monarca en 2012, todos los descendientes de Gales serán reconocidos como príncipes y princesas; de manera que, en el caso de la descendencia de los duques de Sussex, puede ser este también el caso, pero todo depende de la decisión que tome la Reina Isabel II.
Si la reina no procede haciendo una excepción (según la guía de etiqueta británica Debrett) el hijo de Meghan y Harry podrá acceder a los títulos menores que le ha otorgado la reina a su hijo Harry el día de su matrimonio.
Estos títulos fueron: Duque de Sussex, conde de Dumbarton y barón de Kilkeel; así el pequeño podrá adjudicársele el título de conde de Dumbarto; otra de las opciones, es que los duques se rehúsen a que su hijo reciba títulos reales, como fue el caso de las hijas de la princesa.
Lo cierto del caso es que con o sin títulos la llegada de este pequeño ha alegrado la vida de sus padres, e incluso del mundo entero, que se hallaba ansioso y expectante respecto a ello y que no aguanta las ganas de seguir conociendo los pormenores del nacimiento a través de la cuenta real de Instagram.
