¡El 18 de junio se rompe el corojo! Cuba camino a la nueva normalidad pero sin La Habana
El próximo 18 de junio comenzará la primera etapa del plan de desescalada poscoronavirus en todo el territorio cubano, con excepción de las provincias de La Habana y Matanzas. Así lo hizo saber, el pasado martes, el primer ministro Manuel Marrero.
“Como se informó, el inicio de esta etapa, así como la declaración de cada una de las tres fases que la contemplan, estarán sujetas al cumplimiento de los indicadores sanitarios que permiten evaluar el desarrollo de la pandemia en cada uno de nuestros territorios”, manifestó Marrero durante un encuentro del Consejo de Ministros.
De acuerdo con el funcionario, actualmente son cinco las variables que se analizan: la tasa de incidencia, el índice reproductivo, los casos activos, el número de casos positivos con fuente de infección conocida en los últimos 15 días y eventos de transmisión local.
La Habana, epicentro de la pandemia
Asimismo, el primer ministro confirmó que el epicentro de la pandemia en la Isla continúa siendo la capital. Mientras que Matanzas, a pesar de evolucionar de forma favorable, aún no cumple con los indicadores.
“Teniendo en cuenta lo anterior, se ha decidido aplicar la primera etapa de recuperación poscoronavirus, en su primera fase, a todas las provincias y municipios del país, excepto La Habana y Matanzas. Lo anterior se hará efectivo a partir del próximo jueves 18 de junio”, subrayó.
Se prevé que, a lo largo de la semana, los ministros cubanos continuarán informando sobre las medidas aprobadas.
“Esto no significa que las medidas anunciadas se implementarán a partir de este momento, sino que las mismas surten efecto a partir del próximo jueves 18. Y le reiteramos a la población la necesidad de no bajar la guardia, mantener el aislamiento físico y las medidas sanitarias indicadas a fin de iniciar este tránsito gradual hacia la normalidad, minimizando los riesgos”, precisó. Marrero.
La responsabilidad social
Miguel Díaz-Canel, por su parte, aprovechó la intervención para hacer un llamado a la responsabilidad social, sobre todo, en los territorios que van a entrar en la primera fase de desescalada. A la par, cuestionó la dificultad de algunos para acatar las medidas de higiene.
“¿Por qué es tan difícil que mantengamos el distanciamiento físico? ¿Qué nos cuesta mantenernos a distancia para evitar transmisión de la enfermedad? ¿Qué nos impide que seamos responsables? ¿Es tanto pedirle a las personas que mantengan el distanciamiento físico”, preguntó.
