Dormir de más, deleitarte con queso o productos lácteos y dejar tu cama hecha en cuanto te levantas, son hábitos que a simple vista pueden parecer inocentes, e incluso saludables, pero que en realidad podrían resultar bastante perjudiciales para ti.
Aunque dormir es uno de los placeres de la vida y tener las horas necesarias de descanso es uno de los hábitos más saludables que podemos tomar para nuestra cotidianidad, los famosos “5 minutos más” a la hora de despertar pueden dejarte más cansado e impedirte rendir al máximo.
Esto es debido a que tanto el sueño como la vigilia son procesos que nuestro organismo debe llevar a cabo y adaptarse cuando los realizamos; si posponemos nuestras alarmas luego de haber despertado, enviamos una nueva señal al cerebro para que inicie un nuevo ciclo de sueño, el cual no es lo suficientemente largo para considerarse reparador, por lo que la persona no termina verdaderamente descansada, no agregando ningún beneficio a ls recuperación de energía para el día.
Por el contrario, tener esto por hábito puede tener como consecuencia la disminución de la capacidad mental, lentitud e irritabilidad; si reconoces estos síntomas en ti, intenta no seguir posponiendo tu alarma al despertar.
Otro hábito que forma parte de la rutina del despertar es el hacer tu cama en cuanto te paras; esto podría ser un error garrafal, ya que como todos conocemos las almohadas, las sábanas y el ambiente en general está minado de microorganismos y ácaros que pueden desencadenar en nosotros alergias y enfermedades como asma, rinitis, bronquitis, dermatitis, entre otras.
Lo que generalmente ignoramos es que el calor corporal y el sudor que les proporcionamos cuando dormimos los vuelven potencialmente activos para generar estas enfermedades en nosotros, debido a que el clima húmedo y cálido fomenta su reproducción y desarrollo.
Por lo que lo recomendable es esperar un poco más para hacer tu cama luego de despertar, ventilar tu cuarto y doblar las mantas atrás; de esta forma lo han afirmado expertos británicos.
El último de los no tan inocentes hábitos que es bueno desincorporar de tu rutina es el excesivo consumo de queso y productos lácteos; ya que (contrario a lo que muchos conocemos) la presencia de una proteína llamada caseína los vuelve casi tan adictivos como la droga, debido a que durante el proceso de digestión de la caseína se producen sustancias casomorfinas, parecidas a los opiáceos, que se unen a los receptores, generando un efecto parecido al de las drogas.
Además, el consumo excesivo de estos productos aumento el desarrollo de cáncer de próstata en las personas de sexo masculino; así que ya lo sabes, ningún exceso es malo.
Tomando en cuenta estos curiosos datos podrás tomar para tu día a día nuevos hábitos que puedan ayudarte a tener una vida mucho más saludable.
