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Onel Hernández, primer cubano en la Premier League, pide a Díaz-Canel representar a su país

El futbolista cubano Onel Lázaro Hernández, primero de la Isla en jugar en la Premier League de Inglaterra, exigió una vez más su derecho a representar a su país en eventos deportivos internacionales. Esta vez, a través de un explícito mensaje dirigido a Miguel Díaz-Canel.

“Es uno de mis sueños representar a mi país e inspirar a la próxima generación de futbolistas”, escribió el pasado martes el joven —natal de Morón, Ciego de Ávila— en Twitter junto a un extenso reportaje de la BBC referido a su persona y donde etiquetó al mandatario.

Nacido aquí en 1993, el jugador del Norwich City tenía apenas seis años cuando se mudó junto a su madre Yaneisy Mayea y padrastro a la ciudad alemana de Gutersloh. Sin saber pronunciar siquiera una palabra del idioma y sin amigos, fue una transición difícil, explicó la madre de Onel al medio británico.

Sin embargo, el padrastro de Hernández era entrenador de fútbol y sugirió que el deporte podría ayudarlo a instalarse. Así fue como el cubano pasó a jugar para los equipos junior del FC Gutersloh y LR Ahlen, antes de unirse a la academia de Arminia Bielefeld. En 2016 firmó con el Eintracht Braunschweig y dos años más tarde, hizo al traslado al club donde actualmente milita.

Desde entonces, el futbolista, de 27 años, ha hecho saber en múltiples ocasiones su deseo de jugar para la selección cubana. Petición que siempre ha sido rechazada, sin saber la razón exacta.

En la entrevista concedida a la BCC, Yaneisy relevó que en 2018 Hernández había sido convocado para un partido de clasificación de la Liga de las Naciones contra la República Dominicana. Lamentablemente, dos días antes del encuentro en La Habana las autoridades deportivas de la Isla le pidieron que no acudiera.

“Nunca me han dado una respuesta concreta por qué (…) Onel tenía todo listo para venir y en el último momento, dijeron que no podía. Cuando le dije, él dijo: ‘Mamá, ve a La Habana y diles que pagaré mis vuelos, mi hotel, mi comida. ¡Los que solo quiero jugar!”, contó la madre.

“Fui, pero fue inútil. No obtuve respuestas. Nunca me lo explicaron”, agregó.

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