Romina, la hija de la polémica vedette cubana Niurka Marcos, acudió el pasado lunes a las redes sociales para sincerarse frente a sus seguidores.
A través de un Live en Instagram, la actriz e influencer confesó estar viviendo una dolorosa realidad, debido a los cambios físicos que ha experimentado tras bajar varios kilos. Asimismo, aseguró que —a pesar de las múltiples dietas a las cuales se ha sometido— no llega a las métricas que buscan las televisoras mexicanas. Motivo por el cual, se le hace cada vez más difícil conseguir trabajo.
“Me siento muy presionada (…) Desde que bajé de peso he estado muy preocupada por llegar a una meta o seguir siendo delgada”, manifestó entre lágrimas.
“Para ser actriz no estoy lo suficientemente flaca. Para cualquier cosa de mi trabajo, todavía no estoy lo suficientemente flaca (…) Me siento con una presión gigante de encajar, de dar el perfil, pienso que mi cuerpo no es lo que están buscando en mi carrera, en los comerciales, en los castings que hago”.
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La también bailarina lamentó que, hoy en día, en el mundo artístico aún existan personas que piensan que el físico es lo más importante.
“En este medio hay mucha presión. Mucha gente que se cree con el derecho de opinar del cuerpo de los demás. Esto es lo que amo, pero sí es un medio muy ojete”.
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A inicios de febrero del presente año, Romina sorprendió con una nueva figura, tras perder 18 kilos. Para ello, la hija de la vedette cubana, asistida por una clínica especializada, pasó por un proceso de cuidado alimenticio que duró cerca de siete meses. En su momento, la joven recibió una multitud de aplausos y buenos comentarios por parte de sus más de 400 mil seguidores. Algunos, incluso, dijeron que su transformación los había inspirado para acatar sus metas corporales.
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