A diferencia de otras estrellas cubanas, que tiraron la casa por la venta este Halloween con sus disfraces, el humorista Otto Ortiz decidió optar por un traje diferente: el de un cubano de a pie que no sabe como llegar a final de mes.
“Me puse un traje de un tipo cansado, fundido, sin dinero, sin café, sin cosas para comprar en la tienda, inventando para buscar lo más elemental para la casa, preocupado por el cambio monetario, con la incertidumbre del mañana (…) y me quedó súper el traje, hasta gané el premio al mejor disfraz de la fiesta”, escribió el actor en Facebook.
“La gente quedó tan asombrada con mi disfraz que, poco a poco, se fueron despojando de lo que traían puesto, traje de policía, de vampiro, de enfermera, de bruja, etc. y al final de la fiesta todos tenían puesto mi traje”.
“Todo el mundo disfrazado como yo, fue lindo eso, lloramos de emoción, la gente me felicitaba por la idea genial que tuve pero yo, modesto, le expliqué que el traje que llevaba no era idea mía. Incluso, que me lo había puesto hasta sin deseos, que realmente la idea venía de más arriba”.
No obstante, Ortiz señaló que lo malo de ese disfraz es que es difícil de quitar. “Llevo horas intentando y no puedo, parece que me quedaré con él por buen tiempo. ¿Quién me habrá mandado a ponérmelo? Ño”.
La reflexión del comediante se hizo viral en cuestión de horas, acumulando más de 4.5 mil likes y un centenar de comentarios por parte de internautas, quienes se sintieron identificados con el traje.
Reina la incertidumbre en Cuba
En medio de la crisis sanitaria desatada por el coronavirus, en la Isla continúa reinando la incertidumbre. Sobre todo, luego de que el Gobierno trazara como meta cercana la reunificación monetaria.
El pasado viernes, Marino Murillo Jorge, miembro del Buró Político del Partido Comunista (PCC) y jefe de la Comisión Permanente de Implementación de los Lineamientos, advirtió que los precios de todos los productos en la Isla podrían cambiar “de un día para otro”.
Según explicó el funcionario, las medidas contenidas en la llamada “Tarea de Ordenamiento” entrarán en vigor a inicio de un mes —no especificado—, para que las empresas puedan cerrar sus estados financieros y abrir con el nuevo tipo de cambio. Asimismo, durante su intervención, volvió a reiterar que este proceso vendrá acompañado de la eliminación de las “gratuidades indebidas”, así como de una reforma salarial.
