El Gobierno cubano hará entrega de un “anticipo salarial” a los trabajadores del sector estatal a finales de diciembre, solo días antes de la puesta en marcha de la unificación monetaria, con el fin de balancear el incremento de precios que se hará efectivo a partir del 1 de enero.
“La reforma de salario se hará efectiva en el mes de diciembre”, declaró Marta Elena Feitó, ministra de Trabajo y Seguridad Social, en una reciente emisión del programa informativo de la televisión nacional, la Mesa Redonda.
Conforme a lo planteado por la funcionaria, el anticipo será de unos mil pesos cubanos (CUP) y tendrá lugar a partir del 23 de diciembre. No obstante, aclaró que no todos podrán cobrar ese mismo día.
Este anticipo tiene como supuesto objetivo auxiliar a los empleados del sector público, quienes tendrán que enfrentar los nuevos y más elevados precios desde el “día cero” de la tarea de ordenamiento. Con ello, se busca garantizar “la compra de la canasta familiar” y que el ciudadano común “tenga un mejor poder adquisitivo para enfrentar esta nueva situación”.
Después, cuando los trabajadores cobren el mes vencido, —relató la funcionaria— se les abonará la diferencia.
La medida afectará a todos aquellos empleados activos, así como a las mujeres con licencia de maternidad y a los interruptos que estaban recibiendo la garantía salarial. Este, sin embargo, no será el caso de personas que están de licencia sin sueldo y los trabajadores interruptos, que no aceptaron la reubicación de empleo.
Por último, Feitó reiteró que, tras la unificación monetaria, el salario mínimo quedará fijado en los 2.100 pesos cubanos, unos 87 dólares al cambio actual.
“Es el resultado de multiplicar el costo de la canasta de bienes y servicios por el coeficiente 1,3”, dijo la funcionaria.
La llegada del día cero a Cuba
El pasado jueves, Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), pusieron fecha de inicio al proceso de unificación monetaria, pero alertaron que la tarea de ordenamiento no “constituye una solución mágica” a la grave crisis económica que desde hace años azota la Isla. Una situación que también se vio agravada tras la llegada de la pandemia del coronavirus.
Asimismo, reconocieron que es previsible una devaluación del peso cubano con respecto a la moneda estadounidense.
“Reiteramos la trascendencia de esta tarea que pondrá al país en mejores condiciones para llevar a cabo las transformaciones que demanda la actualización de nuestro modelo económico y social sobre la base de garantizar a todos los cubanos la mayor igualdad de oportunidades, derechos y justicia social, la cual será posible no mediante el igualitarismo, sino promoviendo el interés y la motivación por el trabajo”, expuso Díaz-Canel.
