El joven cubano Rey Carbonell tuvo el noble gesto de devolver la billetera con documentos de identidad y dinero a su dueño, un ciudadano de 62 años, residente del municipio Palma Soriano, Santiago de Cuba.
Carbonell consiguió localizar al propietario luego de publicar un anuncio desde su cuenta de Facebook, donde indica que había encontrado la billetera con algunos documentos de identidad y más de mil pesos cubanos y necesitaba dar con su dueño, identificado como Pedro Ferrán Padrón.
Tras la publicación, una usuaria que identificó al propietario por las imágenes de los documentos publicados, se ofreció para notificarle a Ferrán Padrón.
“Muchas gracias por sus bendiciones y mensajes. Ya el Sr. tiene sus pertenencias desde ayer en la noche. Muchas gracias por todo. No hicimos esto público con la intención de ganar mérito alguno, era una manera de poder encontrar al dueño y ayudarlo, solo fue nuestro deber como seres humanos. Bendiciones a todos los que se preocuparon y de una forma u otra colaboraron”, indicó el joven en un post.
Cubana devuelve los ahorros a una anciana tras encontrar su cartera en la calle
Recientemente se dio a conocer el caso de María de los Ángeles Arboláez, una cubana que devolvió a una anciana sus ahorros luego de encontrar su cartera en una boulevar de Santa Clara.
“Es una mujer humilde y sencilla, a la que no le sobra ningún bien material, y que tiene una casa a medio hacer en espera del capital suficiente para terminarla”, destacaron medios oficialistas.
Según contó el oficialista Granma, Arboláez se encontró en pleno bulevar santaclareño una cartera que contenía además de las tarjetas de la anciana con sus respectivas claves (PIN), 750 dólares estadounidenses (USD) y 3 500 pesos cubanos.
La ciudadana, que no pensó en sus propias necesidades, “no tardó mucho tiempo en localizar y devolver los bienes encontrados a la dueña de la cartera, una mujer buena y grande como ella, residente en el poblado de Esperanza, nombrada María Alemán Herrera, quien no tiene palabras para agradecer tan noble gesto”.
“Cuando me llamó no lo podía creer. Lloré de alegría y de felicidad. Al momento partí a su encuentro y me abracé a ella como si fuera un familiar cercano. Puede que algunos hayan perdido valores en medio de la actual situación, pero todavía queda mucha gente buena que, como ella, son mayoría en este país”, relató la anciana.
