Desmantelan banda de cubanos dedicada al robo de productos Home Depot
Un grupo de cubanos enfrenta cargos por robo en mayor cuantía, puesto que integraban una banda dedicada al fraude con productos Home Depot.
Los involucrados en este sistema de estafas fueron identificados como Lázaro Acosta 41 años, quien está siendo acusado de fraude organizado, Mayke Acosta y Onaci Díaz, ambos de 44 años.
Esta banda de cubanos llevó a cabo su sistema de estafa en varias tiendas de la cadena Home Depot en Florida. Luego de una investigación los sujetos fueron arrestados por la policía.
De acuerdo con América TeVé, los cubanos ordenaban productos de Home Depot en línea y presentaban una documentación fraudulenta para llevarse la mercancía sin pagar.
Se estima que las pérdidas ocasionadas por los cubanos a la cadena de tiendas son “inmensas” por lo que piden todo el peso de la ley para ellos.
No se informó por cuánto tiempo estos cubanos llevaron a cabo sus prácticas fraudulentas ni si serán liberados bajo fianza.
Hace dos semanas, una cubana también fue arrestada en Hialeah por fraude inmobiliario.
La policía detuvo a la implicada luego de recibir múltiples denuncias sobre sus actividades ilícitas.
Como Kenia Robles, de 38 años, fue identificada la mujer acusada de ofrecer apartamentos pequeños a personas de forma fraudulenta.
Según reportó Telemundo 51, las denuncias iniciaron a finales del pasado año 2020
El reporte de la policía reveló que Robles utilizaba un esquema de engaños por medio de redes sociales para realizar la estafa de renta de viviendas en Hialeah.
Las actividades fueron de gran magnitud y se desarrollaron entre octubre del 2020 hasta mayo del presente 2021.
Robles publicó en las plataformas de Craigslist y Facebook Marketplace para ofrecer residencias falsas a personas que pasaban por una mala racha económica producto de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19.
Posteaba fotos falsas de los inmuebles asegurando ser la propietaria legal de los mismos y exigía un pago adelantado para concretar el alquiler. Las víctimas podían transferir iniciales que iban desde los 500 hasta los 3 mil dólares.