La pandemia de COVID-19 en Cuba no solo está dejando miles de muertes y contagios, sino también el aumento de consumo de drogas, sustancias psicoactivas y otras prácticas adictivas, según informó Juan Reinaldo Fabelo Roche, jefe del Departamento de Investigaciones en Adicciones de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.
De acuerdo con la Agencia Cubana de Noticias (ACN), al intervenir en la habitual conferencia de prensa sobre la situación epidemiológica en Cuba, el especialista explicó que -en los primeros seis meses de la pandemia- en el país hubo una disminución relativa, pero después de septiembre de 2020 la situación se revirtió y ese escenario se mantiene hasta la fecha.
Atribuyó esa situación a que al principio había una mayor percepción de riesgo, que luego se fue debilitando, sobre todo en las personas que usan este tipo de sustancias.
Fabelo Roche afirma que en el caso de Cuba las más empleadas son el alcohol, el tabaco, el café, más aceptadas socialmente.
En los jóvenes, prevalece el uso de sustancias químicas, el cannabis y los medicamentos anticonvulsionantes y opioides, que se suelen mezclar con alcohol y energizantes.
Durante la pandemia la atención a esta problemática ha sido compleja, pues debido a las medidas higiénico-sanitarias se han cerrado o limitado las actividades grupales o colectivas, como los grupos de autoayuda.
Las consultas especializadas han estado recibiendo casos puntuales y han explotado la telemedicina y telepsicología, según Fabelo Roche.
Sin embargo, no aclaró si los pacientes que necesitan estos servicios tienen tarifas especiales para acceder a internet, teniendo en cuenta los altos precios que pagan los cubanos por conectarse a la red de redes. En la mayoría de los casos, son los familiares residentes en el extranjero los que les costean los servicios de telefonía móvil e internet de los cubanos.
