La actriz cubana Daniela Tapia regresa a La Habana y revive su magia en estas fotos
A pesar de irse a vivir desde los 5 años de edad a Colombia, junto a sus padres, el actor cubano Ernesto Tapia y la bailarina Anita Curbleo, la joven Daniela Tapia no olvida sus raíces.
A la edad de 11 años regresó a La Habana, Cuba, para realizar estudios de actuación, preparándose con el prestigioso maestro de grandes actores cubanos Humberto Rodríguez, con quien también estudiaron Jorge Perugorría, Corina Mestre, Bárbaro Marín y muchos más.
En este período participó en varias obras de teatro con su grupo Olga Alonso, estudió en la ENIA teatro conjunto con varios talleres de danza, locución y expresión corporal.
Luego estudió un año en España, en la Escuela de Cristina Rota, además de haber cursado talleres de clown. Desde entonces no ha tenido un alto en su carrera, y ha participado en proyectos televisivos como Amor de Carnaval, El día de la suerte, La luz de mis ojos, Doña Bárbara, más recientemente interpretó a Tamara La Cubana, en Loquito por ti.
Esta vez, la actriz cubana decidió hacer una visita a La Habana para reencontrarse con su pasado.
Ver esta publicación en Instagram
Durante sus días por Cuba, Daniela Tapia disfrutó de una espectacular sesión de fotos en las cuales mostró su sabor cubano y revivió la magia de la capital de los cubanos.
«La magia de la #HABANA en todo su esplendor», escribió la artista de 32 años desde el popular Hotel Boutique Malecón663, junto a una maravillosa puesta de sol y el mar de fondo.
Actualmente, Daniela reside en la ciudad de Miami por cuestiones profesionales, por lo que ha empleado bien su tiempo al formar parte del elenco de Betty en Nueva York, una serie de Telemundo, donde interpretó el personaje de Aura María, la típica latina llamativa, sensual, que enamora al ‘milusos Giovanni. Pero ella aspira conquistar a un hombre con dinero… y no se ha dado cuenta de que tiene al príncipe azul a su lado.
La joven cubanita, es catalogada por muchos como la Kardashian cubana, luego de que desarrollara un reportaje de El Nuevo Herald en donde le fue imposible ocultar su figura bien caribeña.