Los guardafronteras en Playa Baracoa, Artemisa, hirieron al ciudadano cubano Yunier Gutiérrez Cervantes, con un disparo de bala de goma, cuando intentó -junto a un grupo de balseros cubanos- lanzarse al mar para llegar a los Estados Unidos.
Según declaraciones de su esposa, Lisaida Mochey Delgado, a Diario de Cuba, Gutiérrez tiene una lesión en la frente causada por el impacto, la cual asegura, “pudo haber sido peor”.
La mujer relató que el hecho ocurrió luego de que la embarcación donde viajaba su esposo junto a otros balseros cubanos se viera obligada a regresar a tierra.
“Los guardacostas esperaron que estuvieran lejos y empezaron a golpear el barco con la lancha, y ellos tratando de separarla. Gritándoles ofensas, que ‘si no se paran les voy a hundir esa mierda’. En eso, uno de los guardacostas le apuntó y disparó. A otro lo enlazaron con una soga y por poco lo tiran al agua; lo pegaron al escape del barco y le causaron quemaduras en una mano”, contó Mochey Delgado.
En el incidente hubo un segundo lesionado identificado como Yoan, quien junto a todos los tripulantes de la embarcación recibieron una multa de 3 mil pesos y una carta de advertencia.
Lisaida Mochey Delgado contó que a su esposo le tuvieron que agarrar dos puntos de sutura, asegurando que “si le cogen un ojo se lo hubieran sacado”.
“Le mandaron antibiótico, que tampoco se lo dieron, así que estamos resolviendo con los que teníamos aquí en la casa, y a ponerse fomentos”, agregó.
Además, agregó que decidió denunciar lo ocurrido contra su esposo a través de los medios independientes “porque ese daño pudo haber sido peor”.
“Siempre se justifican con que fue una bala perdida. Es mi esposo, padre de tres hijos pequeños, y nunca hubo agresión de su parte, todo fue de allá para acá. Él solo quería buscar un mejor futuro”, afirmó.
Según la información suministrada por algunos habitantes, la embarcación donde viajaba Gutiérrez Cervantes tuvo que regresar por fallas en el motor y fue entonces cuando fueron agredidos.
